AL SON DEL TEXTO

Al Son del Texto

Tina Rodríguez

Cómo electores ¿qué tenemos?
Porque revisando el historial electoral en los estados ¿Realmente la decisión es nuestra o es la que proponen los partidos?
Porque de esos institutos políticos, muy aparte de la óptica social, están los grupos internos que pugnan por proponer a sus idóneos que no necesariamente son los mejores, y encontramos a veces a personalidades que renuncian a su militancia, para cumplimentar ganar una elección y casos hay bastantes y algunos bastantes desagradables.
No pocos lo han intentado por los partidos en dónde se formaron, y nada más no la lograron y un ejemplo es Miguel Ángel Yunes Linares, el gobernador de Veracruz, quien militó largos años en el PRI, donde perdió su primera elección como candidato a diputado federal y la ganó como gobernador con el PAN.
Otro es Carlos Joaquín González, el nuevo gobernador panista de Quintana Roo, quien fue diputado federal priísta y se mantuvo firme dentro de ese partido, cuando su compañero de escaño, Roberto Borge Angul, quien le ganó la mano y consiguió ser candidato del PRI y gobernador de Quintana Roo antes que él, y ahora lo persigue por desfalco a ese estado.
De igual manera el ahora independiente, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, quien fue un militante del PRI y fue alcalde de García –así a secas-, diputado federal y local. Pero creyeron en él poderosos empresarios neoloneses y lo impulsaron con todo, es el primer gobernador independiente, también surgido del PRI.
En Tabasco gobierna Arturo Núñez Jiménez, quien fue diputado federal por el PRI y un activo importante de ese partido, por lo que decidió participar en una contienda interna por la candidatura al gobierno estatal de su entidad, pero perdió la interna ante Manuel Andrade Díaz, que era –ironía- su operador en el estado. Núñez renunció al tricolor y se fue al PRD y ganó los comicios como senador. Seis años más tarde ganó la elección para gobernador, y hoy está en funciones.
Otro es José Antonio Gali Fayad –aquel que quiso controlar la Internet-, quien fue militante priísta, hasta que, como parte del equipo de Rafael Moreno Valle, pasó a formar parte de los activos panistas. Fue alcalde de Puebla y hoy es el gobernador de Puebla.
Otro más: José Rosas Aispuro Torres, logró ser diputado federal priista y alcalde de Durango, pero no puso bajo esas siglas la candidatura a gobernador. Renunció al tricolor y se afilió al PAN, aunque no pudo ganar en 2010. La cosa cambió seis años después con una alianza del PAN y PRD como se hizo en Veracruz y venció, y ya es gobernador.
En Chiapas dos casos conocidos: priistas gobernaron el estado por las siglas perredistas, luego que no los ponderó el partido en donde militaban: Pablo Salazar y Juan Sabines.
Qué veremos en 2018.
¿Más cambios de camiseta?
La pregunta es ¿qué elegimos? ¿A los que nos ponen los partidos como candidatos aun provengan de otras siglas ajenas a las que se militan?

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