AL SON DEL TEXTO

Al Son del Texto

Tina Rodríguez

Lo que está generando Donald Trump y su idea xenofóbica, es un racismo claro en los llamados spring breakers estadunidenses que en playas mexicanas se les ha dado por cantar –ebrios y drogados- “Build that wall”, lo que se traduce como “construyan el muro”, y se volvió a sentir en un “barco pirata” en la costa de Cancún por reseñas de referencia en las redes sociales.
De por sí que éstos jóvenes desde hace años han generado múltiples problemas por su conducta ilegal y vandálica, que se les es permitida por saber qué motivos, cuando a todas luces deben ser arrestados y no sucede, cosa contraria con jóvenes mexicanos que hicieran lo mismo en éstos momentos en el país vecino.
Así que no se sorprenda si en su ida a Cancún en ésta primavera o en dónde estén grupos de éstos muchachos altaneros, los escuche en nuestro propio suelo gritar “Build that wall”, en pleno desafío a quien sea, lo que no dudamos genere incomodidad o enojo entre mexicanos que repito, ya están cuestionando en las redes el porqué, a éstos jóvenes alocados, se les permiten tantas anomalías en nuestro territorio, en aras –dicen- de que no decreten que el paradisiaco lugar es peligroso y dejen de llegar a dejar sus dólares.
La verdad se puede ir a otro país, a ver si les van a permitir tales desmanes en España o Francia, por ejemplo.
Así que no solo en Chiapas se permiten abusos –como ayer los de la Cioac y oros grupos toma carreteras, bajo pretextos diversos-, cobrando las cuotas de paso que en algunos puntos llegó a los doscientos pesos, o ya la sabe. Bajan a los ocupantes y se quedan con el carro.
O en Oaxaca en dónde, integrantes de la sección 22 marchaban hacia el centro de la ciudad dejando memoria vandálica de su paso, solo que allá si el gobernador Murat le puso un alto, y les mandó a los granaderos que no dudaron en lanzar bombas lacrimógenas, en cuanto se pusieron entrones.
Por Chiapas se vieron varias unidades de seguridad pública cerca del plantón de la Cioac, pero nada más no hubo –hasta el cierre de ésta columna- acciones de desbloqueo, pese a la irritación general de las poblaciones que se comunican por esa vía rápida a San Cristóbal.
Tanto los spring breakers –que son extranjeros- como el magisterio y los grupos tapa caminos, deben ser “ubicados” y puestos en su lugar con la ley en la mano, porque generan muchas complicaciones a los ciudadanos de bien.
Un reporte en redes señala que incluso en los establecimientos, éstos chicos gringos tratan con desdén y desprecio a los meseros mexicanos, y en el colmo en los navíos que están llegando a Cancún de diversos destinos de la Costa Este de EU, se la han pasado en el viaje insultando a los latinos, no solo mexicanos.
A ver si no le dan su estate quieto en ese Cancún ya no tan seguro.

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