AL SON DEL TEXTO,  COLUMNAS

Al Son del texto

Tina Rodríguez

Pues eso de que uno de los Porkys pueda salir libre por la interpretación humanitaria del juez en torno al caso, suena a tráfico de influencias.Javier Fernández, el padre de Daphne, la ya exhibida chica en éste caso infame, en una entrevista radiofónica no da crédito al fallo del juez Anuar González Hemadi, quien concedió un amparo a Diego Gabriel Cruz Alonso, integrante de “Los Porkys de la Costa de Oro” en puerto de Veracruz, quien podría ser liberado.
Sin que se use mucha neurona, y ante un caso sumamente sonado no solo en Veracruz, sino en el mundo y que ameritó la intervención de la autoridad española para detener allá aun fugitivo del caso, pues se vuelve a poner en evidencia la justicia mexicana, a perjuicio de la víctima de una violación tumultuaria.
Lo dicho por el padre en el sentido de que “Hay mala intención de este juez, es doloso, por supuesto que sí hay algo más, no te puedo asegurar si fue amistad, si fue dinero, no lo sé, pero el documento que él emite es un documento indignante, es ofensivo”, y que ya el juez de la causa analizará para ver si procede por difamación, es una verdadera postura exhibicionista, que busca traer imagen a este juez sin sensibilidad.
Y es que el juez de referencia estableció que, pese a las pruebas presentadas contra Cruz Alonso, y que éste confesó su participación en el abuso sexual contra Daphne, todo –ahora- fue incidental.
O sea que no debió pasar lo que pasó, pero como pasó se debió a la misma inercia y no a la mala intención de hacer lo que se hizo ¿O cómo?
Porque si el juez plantea “que son roces incidentales”, determina con este amparo que no hay elementos suficientes o pruebas fehacientes sobre el abuso sexual.
Y es que el juez dice que no había intención, cuando se dio el suceso; es decir hay culpabilidad ¿Qué más buscar?
Evidencia y culpable ahí están, pero para el juez no es suficiente.
Como huele eso a impunidad, hijoeputes pura… extorsión, dinero de por medio, a eso en México se le llama, justicia, para los que más tienen, y para los que menos tienen, no hay nada.

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