Al Son del texto
Tina Rodríguez
Ya viene la temporada de playa.
En nuestro estado tenemos lugares muy bellos para disfrutar el mar, desde Boca de Cielo, Madre Sal, y así, infinidad de litoral poco conocido, pero hermosos.
Pero los más se van a la zona comercial llamado Puerto Arista, una playa atestada de negocios, a cinco mil pesos diarios el espacio para los comerciantes y empresarios, que deja ganancias extraordinarias a las autoridades municipales, pero que adolece de un mal servicio en muchos sentidos ya denunciados año con año y no hay supervisión al respecto.
Es bueno precisar que la zona de playa no es correspondencia del municipio, y si de la federación.
Cada año decenas de quejas se registran en las redes sociales si es que esta vez cientos de denuncias por el mal servicio en Puerto Arista serán reflejo de que no hay una supervisión de calidad.
Hay los que han señalado que un platón de mariscos, mal presentado, llega a costar más caro que en playas de mayor prestigio, sea Veracruz o Mazatlán.
Desde luego que hace falta una preparación para los servicios supuestamente turísticos en el lugar, y se apunta porque la calidad del servicio es verdaderamente malo.
Cuestionable porque se trata de un destino de playa que muchos dentro del estado y fuera de éste quieren conocer, y en esas fechas se realizan no pocos eventos que atraen a personas que gastan y no tienen por qué irse de Chiapas decepcionados.
La otra es que la llamada secretaría de turismo, en muy bajo perfil desde hace tiempo, no hace reflejo de las bellezas de nuestro estado ni en playas ni en zonas protegidas, ni arqueológicas ni nada.
Es o parece una oficina gris.
Pero muy aparte de eso, tenemos lo primordial: la calidad de los servicios en zonas de playa, que debe ser supervisado, porque hay turistas, sean locales o de fuera, que pagan y caro por algo deficiente.
Mientras, cientos de familias se preparan para sus vacaciones de semana santa, pocos encontrarán alojamiento pues aun la asistencia de cada año, en ese municipio de Tonalá no hay suficientes cuartos para la demanda.
Encontramos decenas de espacios improvisados, incluso en pasillos, algo que ya debe terminar y establecer lo necesario para que los turistas no paguen caro por algo tan incómodo.
El turismo es una beta a explotar, a dar trabajo y desde luego a generar riqueza, pero si se sigue con esa idea aldeana que no tienen en los poblados aledaños a Huatulco, Acapulco, Cancún, Veracruz, Los Cabos –que conozco- no va a ser posible.
En esos pueblitos aprovechan lo que son, y ofrecen calidad.
Y es en serio.
