Al Son del Texto
Tina Rodríguez
Contario a la avalancha en contra de Sergio Armando Melgar y su lenguaje florido, no propio para un senador, considerado aspirante al gobierno del estado y supuesto apadrinado del grupo Salinas Pliego, pues en los comentarios de las redes las estadísticas se están revirtiendo.
Es sabido que es instrumento de ese consorcio, pero fue notorio la oleada en su contra como en su momento sucedió con Zoé Robledo, al momento en que decidió cambiar de partido, al irse del PRD a Morena, al que los comentarios ponen de más, sin contar lo que acontezca durante la campaña y los llamados coletazos.
Así, otros mencionados como Plácido Morales, Rutilio Escandón, Eduardo Ramírez Aguilar, y Fernando Castellanos, son minimizados en las redes sociales, pero el panorama actual no será el mismo llegado el proceso.
Porque el proceso electoral es dinero y hay que recordar aquello de “Político pobre, pobre político”, dicho por el fundador de Atlacomulco, Carlos Hank González.
Chiapas presenta ahora una clara competencia interna en el partido gobernante.
Personajes que la quieren como el panista Paco Rojas, o el senador priista Roberto Albores, se mantienen por el momento de bajo perfil.
Como políticos esperan su momento.
Todos sabemos del aparato electoral priista, no tan conforme ahora del cómo su dirigencia se desenvuelve; es claro que solo esperan el llamado para entrar con todo ¿pero los operadores del partido gobernante podrán eliminare sus diferencias vistas, y hacer causa común con quien resulte el aspirante?
Y ya a lo último el PRD, por el que nadie pareciera manifestarse, verse, exhibirse como aspirante a la gubernatura desde ahora.
Es de suponer que luego de la tremenda merma vista en las elecciones de 2012, ese partido, o su dirigencia un tanto gris, calculen que poco pueden hacer y de gobernar por dos periodos con candidatos externos, aspiren en verdad al menos tener representación en el congreso y en alguna que otra alcaldía porque a la gubernatura, pocas son las posibilidades reales.
El caso es que el que sale en la foto, lleva.
Y bastante ¿pero es definitivo?
Difícil predecirlo, eliminarlos, descartarlos.
Lo que se dice afuera es otra cosa al interior de los partidos, en donde los enroques, intereses grupales y concertasesiones se registran en otros tonos distintos a lo que se dice en las barriadas o argumenta incluso en los medios informativos.
Por el momento muy aparte de opiniones individuales, todos tienen intactos sus derechos políticos y pueden recurrir a éstos.
