AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

¿Qué entendemos por seguridad pública señores y señoras?

Porque a últimas fechas los propios manifestantes de muchas o múltiples razones para quejarse caen en incidencia de delito, el abuso sobre terceros sin importarles violar la ley, justificando eso bajo el pretexto de su inconformidad.
¿Es eso justo?
No se puede ya justificar que, bajo el manto de la inconformidad, quemen unidades motoras, saqueen negocios, dañen fachadas, impidan el libre tránsito, porque el señor gobierno no les hace caso y eso es suficiente para no dejar pasar a nadie y los señores del campo no entreguen sus cosechas y su trabajo de meses se pierda.
La resultante es que los afectados son parte de la sociedad misma por integrantes de ésta, azuzados por dirigentes atorados en populismos y hasta radicalismos ya no practicados por los gobiernos que le dieron origen en el siglo pasado, y que con falsedades comprometen la libertad de sus seguidores.
Hemos vivido muchas cosas en los últimos meses, desde los que vinieron de Chenalhó a Tuxtla a ser desmanes hasta el magisterio que ha perjudicado a muchas personas del comercio que emplea.
Leímos que se detuvo a los que no dejaron pasar una unidad que provocó la muerte de dos infantes en Chanal por no dejar pasar una ambulancia –que ahí se sigan pudriendo en la cárcel-, y los que generaron disturbios en Simojovel, San Cristóbal, y hasta los que secuestraron diputados locales.
¿Y los líderes de todos esos abusivos?
Triste fue conocer que los maestros llevados por la autoridad federal hasta Tepic, Nayarit, tuvieron que negociar con políticos priistas de aquella entidad, porque los dejaron solos para regresar, luego de que negociaron su libertad.
Los líderes están usando seguidores y los muy tontos dan todo a riesgo de su seguridad y libertad.
Así como ese muchacho loco en Comitán y otros que raparon a maestras: sus líderes ya están en la cárcel, pero y los de hasta arriba.
¿Ni modo que en la secretaria de gobierno no sepan qué con ellos?
Podríamos hacer un recuento de actos así, nimios, la verdad, buscando llamar la atención o que los llamen a negociar como ese paro de la CTM, y sus filiales del transporte.
Qué obvios son, pero a veces se pasan y causan daños a terceros.
Qué bueno que merecen cárcel.

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