AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

Parece mentira, pero lo que sucede en Acapulco, obliga a los vacacionistas a preferir otros destinos para la ya próxima temporada vacacional o de verano, y como que los empresarios chiapanecos del rubro, deberían de activarse, porque es la fecha en que no se ve nada de parte de ellos.
El reto del turismo local es ofrecer calidad a menores precios que el mercado nacional, para hacer de Chiapas un destino asegurado en éstas épocas dado que tiene con qué, que no hay cerca de muchas playas turísticas en éste país, hablando de Quintana Roo, Veracruz o Mazatlán, incluyendo Los Cabos en Baja California.
Tiene tiempo que en la industria sin chimenea se quejan de que para los diseños de turismo, no son contemplados, y puede que exista razón, porque en muchos lugares los precios son leoninos, como ha sido la constante en Puerto Arista, con precios dicen los viajantes, más altos que en Cancún.
¿Por qué?
Pues porque en esos destinos de playa en el estado, solo en esas épocas hay turismo, y no se ha vuelto una constante de visita los fines de semana, salvo solitarios camiones que llegan de vez en vez.
Desde luego que hace falta infraestructura, la existente no es suficiente para albergar a los visitantes en “temporada alta”, y desde luego hay mucho que hacer en éste rubro en playas, cosa contraria en ciudades coloniales, o cercanas a zonas arqueológicas, con estructura superior.
Al Son que me toquen…
Ayer fue inaugurado un viejo sueño cultural de Tuxtla Gutiérrez: el museo de la ciudad.
Fue estudiado, analizado, reconstruido por el INAH; es un edificio emblemático, sin duda, construido en los treinta y que albergó alguna vez la presidencia municipal, y contrario a la tradición, no estaba frente a la plaza central, como sucede en la mayoría de las ciudades de México.
En tiempos lopezportillistas, un alto presupuesto permitió comprar edificaciones también bellas en su momento, que fueron derruidas para construir en esos terrenos lo que hoy es la alcaldía.
La edificación estuvo por años en poder por comodato de la CTM, y desde luego mereció daños estructurales sin medir el daño que le hacían a una edificación tan antigua.
Hoy renace, ofrece algo de la identidad de los tuxtlecos, y esperemos que sea visitado y desde luego todo eso comprenderá el trabajo cultural que en éste se realice.
Bien por el alcalde Fernando Castellanos Cal y Mayor que apoyó firmemente al comité ciudadano que le entró con todo al proyecto, en dónde la participación del senador Zoé Robledo fue clave, para la conclusión de éste proyecto.

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