AL SON DEL TEXTO

Al Son del Texto 

Tina Rodríguez
No tenemos a la fecha el número real de los empleados del gobierno estatal que fueron despedidos.
Tampoco de qué áreas, y si serán liquidados conforme a derecho, y ni si éstos entablan demandas, ni nada.
Solo versiones sueltas de que fueron miles, y con ello desempleados que se vienen a integrar a la zozobra de buscar un trabajo para el beneficio de sus familias.
De esto ninguna autoridad ha dicho nada, como en muchos otros casos de interés público, llámese feminicidios, acoso sexual, justicia ante la violencia ante las mujeres, maltrato infantil, falta de pagos a empleados, a proveedores, nada del cómo vamos hacia la salida de esta situación paupérrima que vive el estado, de falta de salarios en no pocos municipios a empleados como el caso de Huixtla, municipio en dónde hace cinco quincenas ni aguinaldo se le paga a trabajadores que tomaron el centro de esa ciudad en demanda de justicia laboral.
¿Qué pasa?
Como ciudadanos no tenemos el derecho a saber por parte del gobierno votado por los ahora afectados ¿qué pasa?
Pero, sobre todo: los despedidos merecían ser suspendidos, así de pronto, sin avisarles con tiempo, de una manera abusiva e irresponsable.
¿Tan insensible es éste gobierno para con sus gobernados o es cosa de matemáticas para optimizar las finanzas públicas?
Ya sabemos que los números son fríos, como las decisiones a partir de ellos.
Pero en cada comunicado se dice “en beneficio de los chiapanecos”, y como que los despedidos no ven eso claro.
Menos los ciudadanos de a pie que sienten o resienten la crisis real, a falta de circulante, de comercio, de negocios, y de paso los incrementos a combustibles que van a impactar en todo el comportamiento de los precios, y en esto poco es en realidad que no se aumente el precio del transporte ¿Por cuánto tiempo?
Porque los transportistas no podrán soportar muchos meses, y tarde o temprano o se les autoriza o se manifiestan, como por todo el país se hace ahora, de manera civil.
Otra vez es el pueblo el que pone el ejemplo, y padece las consecuencias de los errores de los que gobiernan. Fueron ellos y no los trabajadores los que “engordaron” a la burocracia, los que realizan gastos excesivos, los que animaron la corrupción, los que permitieron el desarrollo del crimen organizado.
El pueblo, los trabajadores no decidieron eso, y somos los que pagamos a veces hasta con la vida, los despidos, la zozobra, todos sus errores.

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *