Crónica Chiapaneca

Daniel Flores Meneses

No mas constituciones “patitos”

De nada serviría volver a tratar de adecuar la constitución de Chiapas, si no lleva en su origen el propio del estado, pero sobre todo si no lleva en su esencia las necesidades de Chiapas uno de los más pobres de México. Esto quiere decir quitar de sus entrañas décadas de marginación y explotación, que nuestras constituciones desde que se adhirió a México no han podido resolver, tal vez porque sus políticos y legistas no pudieron, no quisieron o no supieron.
Por eso toma importancia lo anunciado por el Presidente de la Mesa Directiva del congreso del Estado, Eduardo Ramírez Aguilar, la nueva carta magna de Chiapas, para ponernos en la línea del nuevo milenio, pero no como un acuerdo en lo oscurito con los intereses políticos, sino para darle a millones de chiapanecos, el sustento para permanecer y crecer junto con el resto del país, en forma paralela, sin agobios de pobreza y de marginación.
Ahora serán especialistas, doctos, los que estarán analizando y llevando el armado de esta Constitución, que cuente con la conciencia social de los chiapanecos. Que no sean juristas políticos, o políticos juristas, que la armen, sino precisamente los especialistas, los doctos en esta materia, para no caer en las trampas y los chanchullos políticos como ha pasado, y recientemente está la famosa Constitución que levantó Juan Sabines Guerrero que la llamó la del Siglo XXI y que terminó siendo una más, porque fue hecha por juristas metidos a políticos con necesidades de poder.
Armó Sabines todo un entramado con apoyo de sus amigos de entonces que mantenía en Chiapas, los de las Naciones Unidas, que la anunciaron como la primera que hacía frente a los nuevos retos, y lo único que hizo fue seguir emanando gases y humos escondiendo la realidad de los chiapanecos.
Con demagogia, anunció que con su constitución dejaríamos los chiapanecos, el estigma de la marginación y la pobreza extrema para transformar la entidad en un modelo de soluciones posibles, pero no sucedió. Dijo que consolidaría por fin la reforma del estado y no sucedió.
Demagogia pura, para un hombre que llegó a Chiapas el que desconocía, y que como el hijo de Pedro Páramo, llegó buscando a su padre, que nunca encontró y solo enfrentó fantasmas, pero con una gran rapiña.
Hoy, las cosas deberán ser distintas, exactas porque el Chiapas ahora comunicado por las nuevas estrategias comunicacionales, así lo exige, ya no se puede engañar tan fácilmente.
Y esto lo sabe Eduardo Ramírez Aguilar, quien ha señalado claramente, que la Constitución tiene que estar perfectamente bien estructurada para que permanezca cuando menos treinta años en este nuevo Siglo tan lleno de contradicciones, ecológicas, sociales, científicas y comunicacionales.

Los chiapanecos, no pueden seguir esperando justicia, la justicia debe estar esperando a los chiapanecos para servirla y limpiar su camino y la de su familia para alcanzar la calidad de vida que todos queremos.
Ha comenzado su unión, su colaboración con la Universidad Autónoma de Chiapas, con el Primer Diplomado en Derecho Parlamentario, piedra de toque para que los diputados entiendan cual es la profundidad de las reformas, y no solo establecer el “dedo levantado” para aprobarla sin saber porque o para qué.
El Diplomado pues representa el primer paso de la gran reforma Constitucional, por lo que el próximo año, dijo será el año de las transformaciones estructurales para nuestro estado. Y porque en nuestro quehacer legislativo, en nuestro paso por la actuación pública, “debemos dejar huella”, puntualizó.
“Este diplomado manda el mensaje de una nueva forma de hacer política pugnando por la mejora de los procedimientos parlamentarios y así generar una agenda legislativa que ponga a tiempo el sistema jurídico de Chiapas, una acción que requiere de voluntad política y capacidad técnica en su función legislativa”,
Hay certeza entonces de porqué y para qué se hacen las reformas, no solo para firmar un mensaje de futuro sin sustento mas que para los egos políticos.
En la presentación de este diplomado estuvo el Doctor Diego Valadés Ríos, y se refirió a la separación de poderes, que a lo largo del siglo XIX y del siglo XX en México y muchos más sistemas constitucionales, fuera considerado como el modelo óptimo para la gobernabilidad.
Finalmente, subrayó que es momento de cambiar la idea, forma y concepto que se tiene sobre el Poder Legislativo en México, “con la adopción y adecuación de las leyes orgánicas y con los reglamentos del congreso, se puede avanzar en materia legislativa”.
Chiapas y su Congreso pues, han dado los primeros pasos, y ojalá estos lleguen a su meta, para bien de los chiapanecos, de nadie mas.