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Con valor de Mujer

Ni más ni menos

nEl presupuesto etiquetado 2016 para atender las desigualdades de género

Candelaria Rodriguez Sosa

El Presupuestos Público para instrumentar acciones para la igualdad de género, es el logro del movimiento feminista más importante de los últimos 15 años, y busca alcanzar la igualdad sustantiva, de fondo y forma, o igualdad jurídica y de oportunidades entre mujeres y hombres.
Es imperativo conocer que cada centavo destinado a lograrla sus objetivos en todos sus rubro es de gran importancia, precisamente cuando esos recursos etiquetados para el 2016 son inamovibles, lo mismo en su nueva fisonomía, que solo logró un incremento del 1%, pese al recorte de gasto.
Veamos, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) destino al rubro de igualad entre mujeres y hombres, 25 mil 898 millones 525 mil 508 pesos para el 2016, comparado con el actual presupuesto (2015) 24,308,185,225, el incremento fue de mil 590 millones 340 mil 281 pesos, pero que pese a ello, el presupuesto etiquetado representa al 0.5 por ciento del total del gasto neto programado, que asciende a cuatro billones 783 mil 874 millones y registra un incremento, con respecto al ejercicio.
En el caso de educación que revise, el monto para el 2016 es de 3, 987, 123, 445, mientras que en el presente año es de 3,517,055,423, un leve crecimiento, pero con mayor carga, al incluirse el Programa Nacional de Convivencia Escolar, con un rubro 350,000,000, pese al tema que ha cobrado fuerza por el acoso escolar, apenas es considero en el presupuesto, destinándose además 10,000.000, para
Políticas de igualdad de género en el sector educativo, que cambia de nombre y supongo de sentido, con el programa Diseño y aplicación de políticas de equidad de género, que este año eroga 83,000.000.
Un camino sinuoso en eso de los presupuesto, que desde todavía se entiende poco y más desde la transversalidad de la perspectiva de género que atravesaría por todo el proceso de la planeación, programación y presupuestación, de manera anual (POA) a corto plazo y luego sexenal (largo plazo
México no solo ha fortalecido sus acciones para lograr la igualdad sustantiva en las reformas hacendarias para el destino de recursos etiquetados, sino en la creación de organismos para fortalecer las acciones encaminadas para beneficiar a las mujeres, en un primer momento. Es desde las intervenciones de mujeres en las legislaturas quienes hacen propuestas para modificar los proyectos de decretos del presupuesto de egresos de la federación.
Estas acciones no pueden ir solas, se necesitaban organismos para atender las desigualdades de género, a través del diseño de acciones y estrategias que visibilizaba a través de indicadores las diferencias de oportunidades en el bienestar en desigualdades o asimetrías entre los géneros.
De esa manera encontramos organismos como el Instituto Nacional de las Mujeres (SEDEM en Chiapas), las Comisiones de Igualdad de Género en el Congreso de la Unión (sus homologas en el congreso local), el Centro para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG) y la Mesa Interinstitucional, con funciones de monitoreo.
Las feminista impulsoras de esta mirada de género, son quienes de acuerdo a experiencias internacionales en el diseño de presupuestos desde la perspectiva de género como Sudáfrica, retoman los cinco pasos para un presupuesto sensible al género de Debbie Budlender que establece: el análisis de la situación de mujeres, hombres, niñas y niños; la sensibilidad de género de las políticas públicas; el análisis de las asignaciones de gasto; control de servicios públicos financiados con el gasto y evaluación de resultados.
También retoman el diseño de Ronda Sharp, en la propuesta australiana, que toma en cuenta el análisis de la totalidad del gasto, y lo divide en tres categorías; gastos específicamente enfocados a las mujeres; iniciativas a favor de la igualdad de oportunidades realizadas para y por el sector público y el resto del gasto público.
Por otro lado, las experiencias internacionales, sobre las metodologías para hacer presupuestos con perspectiva de género, todas llevan a disminuir o eliminar las desigualdades entre mujeres y hombres. Son elementos que las feminista mexicanas adoptan en cuanto al uso de indicadores que permita medir la distancia entre mujeres y hombres en desigualdades o asimetrías y que en México toman fuerzas en el 2008 (decreto de presupuesto de egresos de la Federación), que permitirá evaluar los resultados e impactos de los programas con datos desagregados por sexo (creación del anexo 9ª, con responsabilidad de seguimiento a INMUJERES
Desde esta mirada, se observa como el impulso de expertas en el tema coloca a México en un escenario que atiende los mandatos internacionales emanados de la CEDAW, Belen Do Pará y del PAB (Plan de Acción de Beijing) para resarcir las desigualdades, con un fuerte avanza en la etiquetación de presupuestos logrando su ampliación en el 2006 (anexo 19 G). Recursos destinados a la Ley General de Igualdad para Mujeres y Hombres y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
México tiene avances importantes, y para el 2010, el gasto etiquetado se clasifica en un anexo y transversal, (anexo 10) erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres, Lo más relevante es que al 2012 se reforman la leyes de Planeación y Federal de Presupuestos y Responsabilidad Hacendaria, y se establece en el anexo la obligación de las reglas de operación de los programas federales para que sean revisadas y aprobadas desde la perspectiva de género, y la larga lucha del movimiento feminista logra cristalizar que por decreto en el presente sexenio, incorporar la perspectiva de género en las leyes de planeación y LFPRH.
Es de reconocer el avance que ha tenido México en cuanto a la erogación de gastos para atender las desigualdades de género (anexo 13 del Presupuesto de Egresos de la federación 2015)), pero justo es reconocer que pese a esos logros, México no ha despegado al desarrollo integral, con inclusión de las mujeres, toda vez que este sector sigue en desventajas con respecto a los hombres, como bien se observa en los datos estadístico señala que la tasa de participación den actividades remuneradas de las mujeres es de 43.5% con respecto a los hombres que es de 77.5%. en los ingresos por tipo de ocupación las mujeres ganan 30.5% menos que los hombres en ocupación industriales.
Es decir, las autoridades han puesto empeño en la distribución del gasto etiquetado, pero lejos estamos de lograr la igualdad sustantiva, por lo que se requiere que los pasos que este curso ha adoptado para poder diseñar presupuestos públicos con perspectiva de genero es necesario involucrar a todas las áreas, o por lo menos a quienes tienen responsabilidades en el diseño, erogaciones de recursos y reforzar actividades para poder aplicar desde una visión holística acciones para el cambio, que permita evaluaciones cuantitativas y cualitativas, reales y efectivas, con una real rendición de cuentas.
Veremos como avanzamos en el 2016 con el leve incremento que además. beneficia programas que habrá de mantenerse constantemente evaluados y monitoreados, Secretaría de Desarrollo Social con seis mil 690 millones 238 mil 748. Y llama la atención la desaparición de los programas: Fortalecimiento de la Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres y Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género de la SHYCP.

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