ARTE Y CULTURA

Núñez Bespalova considera que es hora de meter velocidad a todos los programas federales

Ciudad de México – Tras numerosos diagnósticos, evaluaciones y “trabajos en tierra” por todo el país, ha llegado el momento de meter velocidad a los programas culturales, dice a Excélsior Marina Núñez Bespalova, subsecretaria de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura federal (SC), en sustitución de Édgar San Juan, y quien además funge como interventora en el caso Octavio Paz y enlace de Alejandra Frausto ante la Cámara de Diputados, en un momento de inminente distanciamiento.

De forma coloquial, la funcionaria confiesa que la SC “ya hizo la cama (de su proyecto cultural) y hoy sólo falta poner las sábanas”, aunque no menciona la colcha y las almohadas de un proyecto que no ha cuajado ni ha dado resultados visibles, tal como se le cuestionó durante 45 minutos, en temas como la búsqueda de un incremento en el presupuesto de 2020, la fallida mudanza a Tlaxcala, el rumbo incierto de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), las facultades de la Red Nacional de Bibliotecas y el legado de Octavio Paz.

¿Por qué abandonó el Fonca y se propuso como subsecretaria?, se le inquiere. “No me propuse. Uno está a veces en los lugares y en el tiempo que le toca estar y sabe cuándo puede ser útil y cuándo no. El paso por el Fonca (cuatro meses) fue de un enorme conocimiento, aprendí muchas cosas sobre el funcionamiento de la SC y, además, conocí uno de los mecanismos más importantes de acción de política cultural que tiene esta entidad”.

¿Usted sí irá a Tlaxcala para consumar la descentralización? “Voy cada que puedo. No tengo una rutina armada, pero vamos a estar presentes una vez a la semana con el equipo. Lo que no hemos dejado de hacer es tener presencia como institución. Rogaría que se valorara que, cuando se habla sobre descentralización, realmente lo que se está planteando es que con tu presencia muevas arte y cultura en la entidad (a la) que estás llegando”.

¿Entonces será representación itinerante o debería replantearse la mudanza? “Es una sede. No soy quien deba hacer un replanteamiento… sí, hay un ordenamiento presidencial y hay que continuarlo. Lo que digo es que es un paso que se da y no es fácil pensar en una descentralización de una tajada. Son pasos que hay que dar. No sé si en comparación con otras secretarías de Estado realmente nos estamos quedando atrás”.

¿Cuál es la encomienda ante el Legislativo? “Empezaremos con un programa de profesionalización de gestores culturales que nos apoye (con los proyectos sugeridos por los diputados) y en la difusión de los distintos beneficios que estamos otorgando a través del programa S268 o de estímulos como el Fonca y el Imcine… y tener una puerta abierta de comunicación permanente”.

¿Qué será de esos sugeridos del Legislativo? “Fueron sugerencias y no podían pasar encima de las líneas de operación que tiene el ejercicio de los recursos de la SC”.

¿Pese a que la SC no cuenta con el presupuesto para apoyar a todos? “La cuestión es que hay que ser competitivos. Si hiciéramos caso únicamente a los sugeridos que vienen a través de Diputados, el único valor que le estás dando es que viene de un canal así y realmente no estás evaluando el proyecto… Pero los proyectos tienen que concursar en igualdad de circunstancias”.

¿Buscarán más presupuesto para 2020? “Siempre vamos a buscar incrementarlo, pero quien ve eso de manera directa es la secretaria. Ella está positiva, hay buena relación con Hacienda”.

SIN MEMORIA

Sobre la Red Nacional de Bibliotecas, defendió que se trata de infraestructura que se levanta desde abajo, olvidando que ella también colaboró en las administraciones de los secretarios Rafael Tovar y Cristina García Cepeda.

No es fácil. Trabajamos con los estados para ver cómo empezamos a operar. Quizá sea uno de los retos más grandes de éste y cualquier gobierno que quiera levantar una red tan grande; es una infraestructura donde coparticipan tres órdenes de gobierno. Eso es complicado y hay que hacer cambios en la ley, (porque) las bibliotecas son la herramienta más grande que tenemos”.

¿Cuál es la prioridad? “Evitar que se pudran los libros en los almacenes y tener una base de datos común. Pensamos en una ley que nos ayude a hacer todo lo que queremos en las bibliotecas”.

¿Por qué si esa red tiene la infraestructura más importante carece del presupuesto que merece? “Porque las facultades de la Dirección General de Bibliotecas (que dirige Marx Arriaga) no son las que uno supone y por eso se necesitan cambios en la ley. Tiene facultades para la compra de acervos y brindar capacitación a bibliotecarios. Eso lo cumple. Pero se necesita ampliarle facultades. Aunque si en este momento se le diera un mayor presupuesto, caeríamos en el peligro del subejercicio, porque no tiene facultades para ejercerlo de esa manera”.

¿Qué observa en la FILIJ? “He tenido contacto con la comunidad FILIJ de forma natural. Hemos hablado en la informalidad… es normal que la comunidad se preocupe y se ocupe de que esta feria siga su curso… Pero hay que dar la oportunidad para ver cómo conciben esto los nuevos responsables a la feria”.

¿Y sobre el legado de Octavio Paz? “Siguen los canales jurídicos que marca el juzgado. Vamos a empezar con el inventario formalmente y lo que hicimos fue ubicar dónde está toda la masa hereditaria. Lo que se hizo fue ubicarla, dimensionar su tamaño y (revisar) en qué condiciones estaba, aunque no me arriesgo a darte una cifra (del volumen). A partir de ahí se formará un grupo de especialistas que harán la catalogación. Espero que este año culmine gran parte de eso y que ya tengamos noticia de quién finalmente heredará o será la albacea de toda la masa testamentaria. (Fuente/Excelsior)

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