Del paro
Con su sola credencial gremial y número de adscripción, un maestro está pleno de sus derechos.
La verdad no requiere de esa llamada constancia de militancia sindical que exige la dirigencia –que por cierto, la cobra- pues es cómo desconocer sus derechos que desde luego, contempla la dependencia para la que labora, en éste caso la de educación
Ese documento no existe en ningún otro sindicato, ni siquiera en los llamados charros por los mimos “democráticos”, aunque sí es una forma de amarrarlos a sus determinaciones cupulares sin nunca contemplarlos.
En días pasados la dirigencia seccional de la séptima, anunció que se irá al paro iniciando el próximo ciclo escolar.
La misma cosa: el chantaje, por sobre los educandos.
La dirigencia sindical en Chiapas encabezada por Pedro Gómez Bahamaca, pelea ya una cuestión regional, ya ni siquiera le hacen eco en las secciones de Oaxaca, Guerrero, Michoacán.
A éstas alturas no se ha preocupado por proponer nada en torno a la legislatura secundaria de la ley educativa, que están en puerta, y de las que van a derivar realmente los derechos laborales y la nueva forma de educar en México.
Gómez Bahamaca quiere cargo o encargo, pero no quiere dejar de “sonar” cueste lo que cueste.
