De infancia 

Bueno fuera una campaña nacional para sacar de situación de calle a todo niño y niña, y mejor si se puede establecer lo necesario, para un centro de denuncia en contra de infancia explotada, cuando deben de estar en la escuela.
De por sí que aún es complicado anunciar educación universal como se hizo con la salud en los primeros años de Felipe Calderón, pues para muchos niños la escuela sí está en verdad lejos, sobre todo a los que viven en lo que se conoce como población dispersa.
Pero seguramente no serán pocos los que hoy por todo el país desde los templetes se van a lucir entregando juguetes a los infantes, todos encantadores con ellos, tomándose la foto, y se manifestarán preocupados por su destino.
Los juguetes baratos y la bolsita de dulces, nada tienen que ver con el incumplimiento de sus derechos constitucionales. De hacerse valer no veríamos a un solo niño en situación de calle; se gastan más en estériles campañas e instituciones políticas y hasta turbias, que en esos mexicanos abandonados a su suerte dentro de su propio país