Hablarle al muro

El presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, sostiene que no elude o ignora a militantes y cuadros de su partido que han expresado recientemente inconformidades y reclamos ante la inminencia de la realización de la 22 Asamblea Nacional prevista para el 12 de agosto.
¿Recientemente?
Desde la cúpula hasta en las entidades los militantes claman que en ese partido se de ya la democracia interna lejos de imposiciones y manipuleos como los que se han visto entidad por entidad y Chiapas no ha sido la excepción.
¿Cuál es el problema de consultar a las bases?, pues se supone que de ellas se nutren las instituciones políticas para presentar sus plataformas no solo políticas, sino sus proyectos de gobierno con miras a atraer votos, que son la médula de la elección: el objetivo para ganar el proceso.
Con todo y eso, que no es nuevo, tiene sexenios, el dirigente priista señaló que él y otros miembros de su Comité Ejecutivo se han reunido y conversado con quienes se han expresado en corrientes y grupos aparentemente disidentes, a fin de canalizarlos hacia esa Asamblea.
Canalizarlos es una cosa, escucharlos en el pleno será otra.
Y aun con eso, para la experiencia existente, es difícil que el PRI, escuche a sus militantes, aun signifiquen grupos importantes, como sucede en Chiapas, en dónde ni siquiera dejaron entrar en una asamblea reciente, a disidentes del dirigente estatal, Roberto Albores Gleason.