Y era desde antes

Los niveles de zozobra en la población de los puertos de Veracruz y Acapulco, son altos, constantes y latentes.
En esas ciudades de playa la delincuencia hace lo que quiere y parece ganarle a la autoridad en el resguardo de la tranquilidad social, cosa que se ve de vez en vez en Cancún.
No hay semana sin noticias de arteros asesinatos, muertos desmembrados, levantones, secuestros, robos, feminicidios mientras sus gobiernos municipales hacen lo necesario para minimizar los eventos que, en verdad son reflejo del nivel artero de la descomposición social que se vive en esos puertos.
En Veracruz, por ejemplo, el alcalde es hijo del ex gobernador Miguel Angel Yunes, y mantiene una actitud de guerra con el gobernador de morena, Cuitláhuac García; en Acapulco, la alcaldesa es de Morena, y nada más no logra cuadrar con el gobernador priista Héctor Astudillo, que la acusa de propiciar el abucheo del que fue objeto.
En nuestra entidad no hemos llegado según, a esos niveles de intranquilidad social, pero si hay cada vez más eventos de sangre que llaman la atención social, y más con la inclusión de las fuerzas armadas en la frontera, con observación directa de su supremo comandante, como se dio a conocer por parte de la dependencia castrense.
Y es que la verdad se vieron lentas las autoridades locales en resguardar la seguridad pública en la frontera sur.