Inflando

Gobernar sin firmar y solo afirmar, es fácil.
Sin embargo Andrés Manuel López Obrador lo está haciendo y con ello, inflando su llegada y puede que se desinfle en el trayecto del primer año pues, muy aparte del combate al crimen organizado, el restablecimiento de la seguridad, el combate a la corrupción –que se debe ver en las nueve entidades que cambian gobierno-, está la realidad financiera nacional y desde luego, el poder adquisitivo del salario –cuyo monto diario mínimo prometió duplicar-, frente a la inflación y la demanda de necesidades de las familias mexicanas.
El punto es que, si infla la capacidad que va a tener su gobierno, en las entidades federativas en las que Morena va a ser gobierno, están a la expectativa.
En el caso de Chiapas, y ante el cúmulo de la deuda que el gobierno de Manuel Velasco tiene con sectores y hasta con burócratas, existe la duda de que, si se va sin pagar la nueva administración va a responder como debiera ser, pues son deudas por adquisiciones con comerciantes, contrato de obras con constructores o empresarios y labor administrativa de los trabajadores.
El globo se sigue inflando y puede reventar en los primeros días de diciembre.