De lo que hay

La protesta ha encontrado de siempre múltiples vías para manifestarse.
Hoy es más tenaz, incluso en las oligarquías al servicio de la corrupción son obesas, pesadas y muy caras.
Hay organizaciones que se anquilosan y van estableciendo modus operandi que de obsoleto choca con las masas hasta que se da el enfrentamiento, como ha sucedido entre la opinión pública y células de la CNTE en algunos estados del país, por los bloqueos, toma de edificios con personal dentro.
Hoy que existen la Red Social, la inconformidad pública por la forma en que algunos demandan derechos, es manifiesta, y es cuando entendemos que en el caso de una ciudad como Tuxtla Gutiérrez de medio millón de habitantes que es bloqueada en sus extremos con diez mil en su caso, pues ve pisoteado sus derechos de libre tránsito, generando pérdidas por las que nadie responde.
Ha pasado por años y por disímbolas organizaciones, algunas verdaderamente minoritarias que sin bien tienen sus razones, no pueden afectar de tal forma los derechos de terceros y menos si son muchos miles más que ellos.
Pero la idea es mantener la tolerancia por parte de las autoridades que, en esa, descuidan los derechos de las mayorías.
¿Es equilibrado?
Difícilmente, pero es una posición política del mandatario, que como en el caso de Chiapas también por años, han administrado los problemas y no los han resuelto, resurgiendo de vez en vez y a veces luego de años como es el caso de “los pies cansados”, que tuvieron que salir del estado a protestar hasta la capital del país.
Y todo porque en el pasado gobierno hubo funcionarios que se la “pachanguearon” en vez de trabajar en pro de sus conciudadanos y paisanos.
Esa es lo que en verdad impacta, contundente en nuestra gente.
La llamada indiferencia institucional, que solo elabora minutos que por años no han cumplido.