Juan Sabines Guerrero, ex gobernador de Chiapas. Foto/fotoseimagenes.net.
AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

La verdad no sabemos cómo van a resolver desde el gobierno estatal la cuestión de los pendientes políticos, sociales y de pago que tienen con todo mundo, como se dice, porque mientras hay los que reclaman apoyos institucionales de los programas establecidos, otros reclaman pagos o brota un conflicto como el de Chenalhó, población ésta que de inmediato llamó la atención mundial luego de los sucesos de Acteal, y que quedó registrada en los anales informativos de los lugares conflictivos en México.
Ya a cierre del ejercicio fiscal 2017, y los reclamos de pagos pendientes, derivar esos pendientes ya con trabajo terminado desde hace meses al presupuesto 2018, como que se antoja una seria irresponsabilidad y a la vez denota, el cómo la autoridad de referencia hace uso a su antojo del dinero público.
Ya hemos insistido en varias ocasiones que no hay quien regule a un gobernador en México: de pronto, el que gana, se encuentra con las arcas millonarias abiertas y a su disposición, aunque hay las veces como en los casos de los estados desfalcados recientemente, en que esas arcas están en ceros y con deudas escandalosas como la que se encontró la actual administración a la salida de Juan Sabines, según se dijo.
Pues al parecer puede suceder lo mismo: el endeudamiento del estado es evidente o a dónde están los recursos.
Se dijo en su momento que se pagaban nada más de intereses y deuda, algo así como 4 millones de pesos diarios, y no es posible que no haya explicación a la sociedad de todo ello.
Sencillamente el gobierno del estado o su gobernador, no quieren informar y aplicar eso que dicen de transparencia y rendición de cuentas, que la verdad es pura referencia al que, el pueblo no tiene ningún acceso.
La verdad y como en todos los estados, los gobernadores manejan los recursos como si fueran suyos, y sus determinaciones no son para nada de beneficio colectivo, social, pues se gasta en cosas que, si bien son útiles en algunos casos, no representan un beneficio de cobertura amplia como es el caso del millonario Foro Chiapas.
Y como esa podemos irnos hablando un largo trecho, sin que nadie se explique el por qué tiene que seguir así la manipulación del erario estatal, usado en proyectos, construcciones a modo de cada gobierno y sin consultar nunca a los sectores supuestamente beneficiados.
Eso es hasta cierta forma impune.

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