No está todo bien

Dos cosas llamaron la atención el día de ayer: el último informe trimestral de inflación presentado por Agustín Carstens como Gobernador del Banco de México, en el que organismo redujo las expectativas de crecimiento económico para el país, y los índices de violencia que se registran desde hace casi dos meses en el país, que superan los datos de 2011.
Banxico revisó su pronóstico para el crecimiento económico de este año a un rango de 1.8-2.3 por ciento frente al 2.0-2.5 por ciento previo, debido a una menor actividad productiva asociada a los efectos de los sismos de septiembre y la contracción de la producción petrolera.
En tanto datos duros señalan que 2017 se perfila como el peor año en materia de inseguridad, medido en el último puente violento con una veintena de ejecuciones en BCS, incluyendo la del Presidente de la CEDH y su familia, casi otro tanto en Tepic, Nayarit; 3 en Cancún, 3 en Zacatecas, 3 en Acapulco;  en Caborca, Sonora, no pudieron terminar un partido de fútbol americano por un enfrentamiento a balazos entre policías contra presuntos delincuentes, agregando la muerte del Director General de IZZI, de televisa, al parecer por uno de sus custodios.
Ni el anuncio del aumento al salario mínimo deslizó esas noticas, desde luego mucho más rentables para el morbo de los medios que el insuficiente incremento de ocho pesos y centavos.