Excesos de tolerancia

Las acciones de violencia en las últimas semanas son postelectorales; la del magisterio son prepotentes: ambas ameritan una análisis porque son reflejo de la intolerancia, mientras el gobierno ha sido prudente en no incrementar más la inconformidad aplicando la ley.
Debe de quedar claro que quienes resulten detenidos y procesados en éstos hechos, se lo merecen. Se dejan llevar por sus líderes iracundos –como el magisterio- cuando solo se aplica la norma de referencia, es decir, en los municipios en dónde se presentó inconformidad, se le dio posesión a quien ganó, y en el caso de la evaluación docente, pues es una instrucción federal.
Pero seguimos observando no solo manipulación, sino conflicto de intereses que nada tienen que aparecer en esos municipios, pues la gente ya votó, ya se hizo el conteo, ya se dieron las actas de mayoría y hasta posesión a los nuevos alcaldes, que por cierto, hablan poco del cómo recibieron las arcas, incluyendo al alcalde de ésta capital que no tenía ni para aguinaldos cuando éstos, ciertamente, están etiquetados.
Pero como no se trata de echarle más leña al fuego, posiblemente también a la diputada Patricia Conde le pedirán que no levante mucho la voz sobre el tema.