AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

La reconstrucción no es precisamente dejar la casa igual a la que se derrumbó, igual ni siquiera cubre las necesidades domésticas de los afectados pues no hay que olvidar que éste presupuesto no se puede estirar, y su monto ya está autorizado en el presupuesto de egresos de la federación 2017, cosa muy diferente a los requerimientos de otra índole en la que, por ejemplo Sedesol, Salud, vivienda entre otras dependencias pueden coordinar partidas de acuerdo con lo que marca la ley.
Solo así, si es que –ya estamos finalizando septiembre- la mayoría de los montos ya fueron invertidos a lo largo del año, y es poco con lo que se podrá disponer hasta el cierre del año fiscal que es el 28 de noviembre, o sea, dentro de dos meses, por lo que es bueno lo que detalló gobernación: “el Fonden no negocia con particulares; todo es a través de las instituciones”, porque ya andan apareciendo los que, ante la desesperación de no tener techo, caminan entre los escombros ofreciendo negociar a favor de que a cada familia le den más dinero directo para reconstruir su vivienda, y no es así.
Si se construye, será a través de una empresa constructora contratada para ello, a través de la obra pública municipal o estatal o federal, según el caso, pero siempre a través de un nivel de gobierno.
En esto no hay dirigentes partidistas o líderes sociales que puedan influir a favor de nada, pues se autoriza en paquete luego de un censo que andan supervisando gobernadores y altos funcionarios federales, por colonia, delegación, municipios en su caso.
Las visitas de estos funcionarios no es suficiente para que los grados de corrupción aparezcan en el escenario, como lo vemos en el encarecimiento que han sufrido los productos de primera necesidad en las zonas siniestradas, y que los vecinos deberían ubicar una vez se dé el retorno de la estabilidad, para no comprar en ese tendejón de abusivos y aprovechados, e igual con los almacenes de autoservicio en las grandes ciudades, que además de caros y deficiente calidad, ni una camionada de nada a nadie, al igual que Oxxo y Extra, Seven y todas esas tienditas climatizadas a la que acudimos con más regularidad que la común.
Pero muy aparte de eso, aparece que las instancias que deberían estar en vigía de precios no lo están, y nuevamente el mismo fenómeno que se registra en las zonas siniestradas desde hace décadas, y que ya debió merecer una advertencia oficial de cierre definitivo en caso de detectarse, porque lucran a provechando la desgracia.
¿O cómo llamar a eso?
O ¿Cómo llamar al funcionario que desvía los recursos para damnificados?
Son malos mexicanos, desde luego.
Como los que dieron motivo a esta entrega, y que van por los pueblos ofreciendo a cambio de “una propina” ayuda para que el Fonden los incluya en su cardex de afectados, y hasta dan folio y toda la cosa como se acostumbra demagógicamente ahora por parte del gobierno, y que recuerda aquellas promesas de campaña firmadas por los candidatos, y que a la hora de la verdad no sirvieron y ni tuvieron un valor de nada.
Por eso para muchos eso de los folios es mera demagogia, y de mi parte ojalá estén completamente equivocados y en verdad se beneficie a esa gente porque casi todas las familias no tienen con qué, pegar, menos pagar el primer ladrillo.

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