Aurelio Nuño Mayer dejó claro que no se permitirá que se lucre políticamente en la reconstrucción de escuelas en Chiapas y Oaxaca. Foto/mugsnoticias.com.mx
AL SON DEL TEXTO

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Tina Rodríguez

Muy aparte del asunto de las viviendas a reconstruir o construir completamente, en la que los particulares “echan ojo” de que las cosas se hagan bien, están los edificios públicos dañados en que se aplica una serie de supervisorias no siempre de calidad.
La verdad existe la duda de que lo que se reconstruya y mejore en su caso, se haga con la calidad requerida dado los niveles de corrupción existentes en el país, y que, en este asunto del desastre del sismo, se empiezan a notar ya con medicamentos y alimentos caducos que debieron detenerse en alguna parte, antes de ser llevados a los centros de acopio en los estados afectados.
Así, la supervisión de obra se tiene que concentrar en hospitales, oficinas y sobre todo escuelas, que por cientos se vieron afectados en estos estados vecinos, y que solo en Chiapas comprende al parecer, alrededor de mil centros escolares dañados de alguna forma por el movimiento telúrico.
Ya sabemos de los llamados de ayuda y solidaridad que se escuchan desde las alturas políticas gubernamentales, y en la entidad se vivieron con el Stand en 2005, y cuya reconstrucción dejó muy mala imagen al gobierno de entonces, encabezado por Pablo Salazar en la entidad y Felipe Calderón en la federación, por supuestos desvíos del Fonden.
Esto ha levantado diversas voces y desde luego, dentro del magisterio corren las versiones –sobre todo en la CNTE que a todo le lleva la contra- de no recibir o aceptar escuelas que no hayan sido reparadas o reconstruidas con los estándares de calidad y estructura que establece la norma y el proyecto de obra civil de que se trate.
Esto es que se trata de que la obra –cuya inversión va a ser millonaria-, se haga bien y de acuerdo con lo que requiere una zona sísmica como lo es Chiapas.
Ante esto, Aurelio Nuño Mayer dejó claro que no se permitirá que se lucre políticamente en la reconstrucción de escuelas en Chiapas y Oaxaca, afectados por el terremoto de 8.2 grados del pasado 7 de septiembre, esto en alusión a voces que a lo mejor si quieren tomar esa cuestión como bandera política.
¿Pero cómo lo va a impedir si las obras empiezan a padecer los efectos de la corrupción, como pasó en el Paso Expres?
El problema es que los antecedentes del cómo se las gastan en la obra pública para tranzar ahí están, como testimonio físico y mortal en este caso, de la mala calidad de obra para lucrar gastando menos calidad en el material de construcción.
De todos modos, el secretario de Educación Pública dijo en conferencia de prensa que los órganos de fiscalización del Estado y las comunidades escolares vigilarán la aplicación transparente de los recursos destinados, como esos fiscalizadores dejaran entrar o participar de manera directa a los paterfamilias o ya en lo directo a los posibles interesados porque van a trabajar en esos centros escolares, como lo son los maestros.

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