Los ojos puestos

Lo que es cierto es que, desde fuera, esto estados Unidos, nos digan que en pleno siglo XXI sigamos hablando de espionaje a periodistas y activistas.

Se supone –solo eso- que México es democrático, y que se rige por leyes, pero pareced que en el uso institucional no es así.

Y lo peor es que el gobierno lo niega a medias, sin dar más explicaciones de los hechos, y no va a pasar nada luego del trabalenguas del presidente Peña que primero cuestiono y luego rectificó, pero en medio de eso, no faltaron opinadores afines al régimen que cuestionaron el dato sin nombres concretaros, es decir, desde que institución.

Son los defensores de Miguel Ángel Osorio Chong.

Lo que tenemos y padecemos es una confusión e inestabilidad con un gobierno que no resuelve y cada vez se mete en peores problemas y escándalos, que desatan la desaprobación de la sociedad civil.

Sin embargo, algo pasará que deslizará a secundaria tal gravedad de espiar a los que le son incómodos al gobierno, por su lucha social o crítica, y nuevamente resulta que estamos bajo la lupa, bajo los ojos puestos.