CON VALOR DE MUJER

Con valor de Mujer

Ni más ni menos

Candelaria Rodríguez Sosa

Las mujeres ¿un peligro para la paz?

Chiapas vive un escenario peculiar, inédito, nos guste o no, Las mujeres han decidido atreverse, como quiera que se vea. Finalmente, nada nos gusta, y raro sería que todo fuera terso, que es lo que se desea en todos los ámbitos, pero no ocurre, pero el sueño de quienes lo deseamos, se alcanzará en algún tiempo y en algún momento.
Y hoy, cuando se habla de los peligros de la patria, se cuestiona el actuar de las mujeres, llamadas atrevidas que ponen en riesgo las estabilidades de las regiones, que son condenadas, junto con quienes están atrás de ellas, por el solo hecho de ir con todo, con razón o sin ella, por hacer valer sus derechos, verbigracia Rosa Pérez.
Sí, me refiero a los casos de Rosa Pérez que el Congreso a ratificado por absurdamente segunda ocasión, y digo absurdamente porque no había argumento legal para su remoción. Hoy es el escándalo de su nueva asunción al poder, cuando la derrumbaron de este, en pleno ejercicio de sus derechos políticos.
Ella llegó al poder como ganan las y los que ganan en las contiendas electorales, como sea, unos y otros se suben al poder, a como dé lugar, contra viento y marea, y en caso de los usos y costumbres, los plebiscitos los legitima, y la jornada electoral constitucional refrenda “la vocación” de ese poder.
Doblemente autorizadas o autorizados para gobernar, a miles de pobladores, con apenas el voto de un 30, 40% del total de los votos. Así ha sido de todos y cada personaje que gobiernan o han gobernado este último girón de tierras mexicanas que padece la secuela de aquel olvido por lo cual Chiapas buscó su autonomía en 1824.
La lucha de mujeres y hombres, que decidió unirse a México, un gobierno que no ha sabido responder a las necesidades de una población que demanda desarrollo, paz, estabilidad, real, efectiva, de fondo y forma, no como pinturas rupestres que exhiben sus paisajes, riquezas naturales que solo han despertado la ambición de un grupúsculo que ha saqueado la entidad hermosa, con maravillosas riquezas.
Hombres en su mayoría, pero también mujeres han saqueado este Estado, y donde la inconformidad ha dejado grandes secuelas de dolor, y mujeres y hombres ha manchado con su sangre la demanda de justicia.
Hay injusticias que tiene indicadores, estadísticas, como lo fue el sexenio del periodo 1982/1988, digamos, cuantitativamente podemos encontrar resultados, más de 250 muertos y un centenar de personas lastimadas físicamente, pero cualitativamente también aprendimos a evaluar, eso es la rendición de cuentas real, y creo es lo más grave, esa en donde podemos encontrar resultados negativos, registrados en el sentir de un pueblo que se harta, y es la espiral que crece sino hay resultados cualitativos. Lo que permita ver la transformación y desarrollo de los pueblos. Y en ese tránsito se vive, pese a todos los pesares, en un estado catalogado donde se puede aún transitar, pese a la presencia del cartel de los Arellanos Felix, pero que está sometido y secuestrado por quienes tiene en sus manos el giro, el cambio, el desarrollo, la luz, el horizonte hacia nuevos estadios de vida, los que juzga n y cuestiona desde hace más de 36 años la educación.
Sin embargo, Chiapas vive, quienes saben de política, o sea los llamados politólogos, aseguran que, una mujer como Rosa Pérez, puede hacer correr sangre en Chenalhó si la restituyen. Es Rosa responsable. ¿Lo será?
Chiapas entre la política y el movimiento magisterial. Atrapado, camina suave, cuidadoso, evitando pisar las zonas minadas. A final de cuentas todo es político.
Un gobierno en manos jóvenes, custodiado de quienes creen saberlo todo, cuidando interés so pretexto de evitar derramar más sangre de la que las y los chiapanecos han puesto a lo largo de 192 años.
Es Rosa Pérez en Chenalhó, mañana será María Gloria Sánchez de Oxchuc, que se ha dicho, espera ya el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Ahora resulta que grupos de grupos, como dicen lo que dicen, tribus, aseguran que las mujeres indígenas empoderadas, ponen en riesgo la esta estabilidad social de sus regiones. Porque mejor no miran hacia atrás cuantos agravios y se han quedado con los brazos cruzados. Solo un gobernante ha sido sometido a juicio político, digo, como la vía civil, y no la violencia para que responda por la pobreza y el estancamiento educativo, por ejemplo.
Por ello, en el devenir de la recuperación de sus derechos políticos, las mujeres de Chiapas abonaran a las luchas sociales que hoy están desatadas en este estado. Ellas y las que se atrevan, bajo lo que significa enfrentar el poder y el cacicazgo, están hoy por hoy en la mira del escrutinio público. Concluyo señalando que la ciudadanía se pregunta cómo estas mujeres se atreven a desafiar no solo al poder, sino enfrentar los desafíos de su propia región, rompiendo con todas las reglas.
Chiapas, he sostenido siempre, es historia sin fin, solo que hoy las mujeres forman parte del registro histórico, no obstante, el cuestionamiento de los usos y costumbres, sin duda con grandes cambios que tenemos que aprender de ese mundo que los mestizos desconocemos.

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *