AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

En una entidad en la que se dice se pondera el deporte; en la que se invierte un buen presupuesto en la construcción y remodelación de centros deportivos, se hace necesario el constante mantenimiento de esos espacios.
Da gusto decir que la frecuencia de asistentes, genera deterioro de materiales, en especial el tartán, y como que hacía falta una supervisión sobre el particular, de la misma manera para observar las disciplinas que practican los ciudadanos y en qué condiciones lo realizan.
La presencia cada vez más constantes de señoras mayores, es significativa y motivante, pero a la vez da tristeza ver que los espacios aun necesitan trabajo estructural, techumbre en el caso de la práctica de zumba que, digan lo que digan, es el predilecto de las señoras mayores y lo practican pese a todo, bajo el sol.
La pregunta es ¿por qué?
No fue necesario tanto trámite para que Jorge Alcázar respondiera a éste llamado y acudió a Caña Hueca, como alto funcionario del ayuntamiento tuxtleco, a observar la veracidad de comentarios de ésta servidora.
Desde hace años las “zumberas” realizan sus disciplinas de baile bajo el sol; bajo la lluvia: no les ha importado pero no deja de ser incómodo bajo el sol arreciado o la lluvia pertinaz, bailando sobre un tartán deteriorado a fuerza de los elementos y el uso diario de los pasos maduros de las señoras que han demostrado todos éstos años disciplina, y mínimo a éstas ciudadanas –las más jubiladas, o sea ya dieron su parte al estado-, hay que brindarles las condiciones estructurales en ese centro deportivo de Caña Hueca –y en todos los demás: Parque del Oriente, Pupushuti-, para que realicen cómodamente sus disciplinas.
Al Son que me toquen…
La gráfica es terrible; la imagen de cinco temibles sujetos, dos con palos y uno con pistola, sobre la personalidad de la reportera Dolores Rodríguez, es de vuelta al mundo, al menos que hayamos perdido la capacidad de asombro.
No solo es un atentado en contra de la libertad de expresión, sino en contra de la vida de una ciudadana, y no ha habido pronunciamiento alguno de autoridad alguna.
Eso también es temible.

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *