AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

La verdad resulta curioso que por un lado se quejen de espionaje entre los propios políticos, y ahora se aprovechen de ello para lucirse sobre la persona de la actriz Kate del Castillo, cuyos mensajes y otras formas de comunicación con el ya famoso Chapo Guzmán, fueron filtradas a los medios de comunicación y redes sociales.
Lo más curioso es que lo que se criticó no hace mucho entre los comunicadores y los medios de información, hoy ni siquiera se menciona: la intervención telefónica que, por el oficio mismo, es seguro que es monitoreado, para conocer nexos y contenido de información que utilizan los compañeros de oficio.
Es bastante serio.
La verdad se observa una terrible incongruencia si nos atenemos a la historia de los sucesos relacionados al espionaje telefónico en éste país; y le pasa a todo mundo por lo que se ve, sea o no sospechoso. Porque no han sido pocos los artistas que han acudido a fiestas particulares de los narcos, como tampoco es desconocida su filiación política contraria a las siglas del actual régimen.
¿Quién está seguro entonces?
Porque todo mundo usa celular y sus servicios de comunicación a través de redes sociales, sea Imbox, Whatsapp o Twitter.
Pues fueron muchos los que cuestionaron que, a los políticos de todos los calibres y niveles, que se han quejado de espionaje, se les hiciera eso, y ahora ni una letra en contra del hecho de espionaje a la actriz Del Castillo, que está mereciendo mucho apoyo popular contrario a la intención de desprestigio que le aplica el gobierno federal.
¿O de dónde más puede venir esa campaña en contra de ésta señora a la que están denostando aun sin prueba alguna de lavado de nexos con el narco tráfico?
Porque muchos son amigos cercanos del ex gobernador Humberto Moreira, ex líder nacional del PRI, y no por eso los van a acusar de ser partícipe de sus actividades ilícitas, o sí?
Es muy cómodo descargar este tipo de “chivitos” para menguar la enorme crítica que se cierne sobre la administración de Peña Nieto; parece que no está surtiendo efecto: si es amiga o amante es su vida privada, y quedaría bajo sospecha inculparla de alguna actividad ilícita, aun ese delincuente sanguinario sea su amigo.
Lo grave se insiste es que ya no es seguro un celular: lo pueden escanear, y al unísono de cuestionar la relación de la actriz con el narcotraficante, pues también el hecho de intervenir su teléfono.
Contrariamente ahora piden la pura para Kate del Castillo, más que a los familiares del Chapo, hermanos, primos, cuñados obvio también bien intervenidos, y seguramente ya están bajo oídos los cercanos a la hija de don Erick, en éste país de violaciones a los derechos ciudadanos y humanos incluso por las autoridades mismas.
Bonita cosa.

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