AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

Leí por ahí que una vez vetada la 3 de 3, un respiro general se dio por todo el país, no solo entre empresarios sino también entre funcionarios, desde la presidencia hasta los gobiernos municipales, obvio en nuestro Tuxtla.
El hecho de que este asunto de las declaraciones patrimoniales, de impuestos entre otras, no creciera se debió a la determinación del Presidente Enrique Peña Nieto, en vetarla, y desde luego de eso se agarraron no solo los empresarios que tenían que declarar de todo antes de entrar en negocios con las autoridades, sino también esas autoridades que tenían que declarar si ostentaban puestos de decisión, sobre todo presupuestal, contratos, licitudes.
Dar dinero de gobierno.
Para muchos ese fue el motivo por el cual cayó Beltrones, que impulsó la 3 de 3 –en busca de populismo-, no por la derrota priista: se enfrentó a los poderosos del dinero en éste país, los que pueden financiar por debajo una campaña que compita con el monstruo creciente que es nuevamente, Andrés Manuel López Obrador, y su Morena que fue en realidad el partido que creció en las pasadas elecciones.
No vamos a entrar en discusión aquí cual va ser el posible resultado de 2018, sino en el cinismo de políticos, funcionarios y empresarios que no quieren hacer sus declaraciones transparentes en dónde se debe y en páginas que puedan ser vistas por los ciudadanos.
Argumentaron que hay secuestradores que sabrán sus activos y financiamientos, y bueno, es obvio que teman, pero también los mexicanos tenemos derecho a saber en qué se gastan nuestro dinero y sobre todo con –y entre- quienes.
La cosa es que se vetó la mentada ley 3 de 3 para beneficiar a un grupo minoritario como lo son los empresarios en éste país, o sea, lo mismo que dice el gobierno de la CNTE, que, desde luego, no produce en riqueza lo que éstos señores políticos le dan a la corrupción de éste país.
Al contrario, a la CNTE la acusaron de enormes pérdidas en cuatro estados, siendo lo grave que, en efecto, fue a particulares, productores, microempresarios afectados por un magisterio inculto, que se cree revolucionario cuando descuida a lo más sentido de México como lo son nuestros niños, a los que ni menciona en sus discursos incendiarios.
Sabemos que en el gobierno los hay quienes hacen negocios jugosos, distribuyen mercedes y privilegios, concesiones, contratos leoninos, en fin, corrupción galopante, pero otra cosa es que parte del pueblo afecte al pueblo.
Y pues, le subimos y también esos funcionarios sucios, esos empresarios nefastos, pues son parte del pueblo pero se olvidan de éste en aras de la acumulación de la riqueza, el latrocinio, la demagogia, la corrupción… tán tán.

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