Al Son del texto

Tina Rodríguez

Nada aún de los municipios y menos de los ex alcaldes que no dejaron cuentas claras

Se sabe que de los poco más de 20 mil millones que recibieron los municipios en el trienio, la gran mayoría se fue en gasto corriente, pero además también en laudos en contra por demandas de despidos injustificados, deudas no pagadas, entre otras muchas cosas que uno cree no son posibles por ser gobierno, pero en casi todos los ayuntamientos, se pierden las demandas en materia laboral.
En torno a la obra pública municipal pues es difícil advertir la calidad de ésta sino lo da a conocer la entidad correspondiente a esas evaluaciones, que desde luego nunca sucede, al menos para el conocimiento de la opinión pública, a la que le están ocultando qué alcaldes dejaron más deudas.
Al inicio, la diputada local Paty Cueto dijo que los ex alcaldes se habían llevado hasta la cubeta, versión ésta que llamó la atención por el bote pronto que significó, desde luego anexado a las declaraciones de Fernado Castellanos Cal y Mayor al tomar posesión y referirse a la situación de recepción de las finanzas del municipio de Tuxtla Gutiérrez, que no tenía ni para aguinaldos.
Así, la ola de cuestionamientos que se dio en Tapachula en torno al cómo recibió Neptalí del Toro el gobierno municipal, y las deudas casi impagables al menos para éste año fiscal, hizo pensar que se iba a dar lo inédito de que, el alcalde entrante acusará directamente en el saliente, que es lo mismo que se esperaba en San Cristóbal y no sucedió nada.
Ni sucederá
Es muy complejo y desde luego osado acusar a un ex alcalde de robar al erario público aunque todo mundo vea que lo hace. Esto porque si los responsables de aplicarle la ley no lo hacen.
La sociedad civil, la gobernada, no tiene los instrumentos o influencias en donde se puede, para hacer valer la ley, para obligar a los ex funcionarios a responder por lo evidente: falta de comprobación, excesos en la administración municipal, endeudamiento, derroche.
Y eso que se dio una serie de denuncias que involucraron los nombres de los ex alcaldes de Tuxtla, San Cristóbal y Tapachula.
Aun esa tendencia crítica de más de una semana no fue suficiente para que se “abrieran” los libros en esos ayuntamientos, y los alcaldes en funciones no defendieron pero tampoco desmintieron los señalamientos.
Obvio hay molestia en éstos nuevos alcaldes, porque incluso los planteamientos en corto no parece ser que se darán reacciones inculpatorias.