No deja de ser un calambre la posibilidad de que Meade Kuribreña o Nuño Mayer logren colarse como precandidatos del PRI a la presidencia.

Bajo el nombre de Encuentro Expresión Militante, unos 200 militantes del PRI indicaron que pedirán que la XXII Asamblea Nacional de ese partido a realizarse el sábado el 12 de agosto, se reformen los estatutos para establecer que la selección de candidatos deberá operarse por consulta a las bases y no por delegados manipulados por todo tipo de tráfico de influencias, pues solo así se erradicará la antidemocrática y la práctica de la designación cupular denominada como “dedazo”.

Si el PRI y el PVEM no van unidos para las elecciones de 2018 no van a ganar en Chiapas. El tricolor tiene la mejor estructura e ingeniería electoral del estado y el PVEM, el dominio y mando del gobierno del estado, y votos que han significado aportaciones importantes tanto en la contienda federal de 2012 como en la de 2015.

Eso de que urge una transformación de la República ante la innegable falta de credibilidad de los partidos políticos, la política y los políticos, que señaló el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, es cosa sabida por la ciudadanía a la que se refirió, desde mucho antes de que tomara posesión de su cargo.

Una encuesta, un cambio de nombre, una concentración masiva, fue parte de la actividad política en el estado, en dónde los personajes se empiezan a lucir y a mostrar tanto sus diferencias como sus acuerdos o alianzas políticas que, ya perfilados en la búsqueda de nuevos cargos de representación popular, tejen o establecen lo necesario.

Como dijeran antes los mayores en torno a una cosa absurda: “estás como demente” con eso de que “por primera vez en México se usará la mariguana con fines medicinales”.

Todos dicen que buscan representar el pueblo.

Ayer en la capital chiapaneca se llevó a cabo la Sexta Reunión de la Comisión Ejecutiva para el Desarrollo Integral de la Región Sur Sureste de la Conferencia Nacional de Gobernadores, la que acudió con la representación presidencial, la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles Berlanga, cuando bueno hubiera sido que viniera José Antonio Meade Kuribeña.

Sí que causan sorpresa los legisladores.

El secretaría de Hacienda y Crédito Público –uno de los presidenciables-, José Antonio Meade Kuribreña, afirmó que los ajustes al gasto público continuarán en 2018, aunque en menor medida, esto a lo mejor porque se trata de un año electoral en el que el gobierno federal se tiene que lucir más, hasta que se del llamado blindaje electoral durante la campaña electoral federal y en nueve entidades a elegir gobernador.