EDITORIAL

De paso

Cuando se viaja por el norte del país, se observan esos campos tecnificados y con altos rendimientos por hectárea; cuando se viaja hacia el sureste y se ve esa infraestructura hotelera, se percibe el cuánto le falta a nuestra entidad para llegar a esos niveles de desarrollo.

La otra es que se trata de inversión privada, no de paternalismo institucional a lo que están aún acostumbrados los hombres y mujeres del campo, y no pocos empresarios que no gustan aplicar capital de riesgo.

¿Inversiones importantes?

Difícilmente, no solo por la falta de infraestructura vial, sino también por esos conflictos municipales como los de Bochil y Chamula que no le hacen nada bien a la imagen de la entidad, pues se trata de municipios con un conflicto recurrente por el poder o control del municipio, cuando hubo elecciones para tal fin. Si llama la atención que un grupo armado le haya hecho frente a la guardia nacional en Bochil. No se trata de cualquier cosa, y si de la necesidad de evitar que el conflicto crezca, desarticulado a esas personas que pasaron de inconformes a delincuentes.
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