EDITORIAL

De lo que hay

Si no hubo campañas de nivel, como esperan política igual
El problema de la mala calidad de la política es que trafica influencias y genera mucha corrupción política en los partidos.
Lo vimos en la última elección a dirigente en el PAN estatal, lleno de irregularidades.
El tráfico de influencias coloca candidatos no actos para serlo; hace que lleguen a la representación popular, gente sin sensibilidad y sin conocimiento de las comisiones de las que son parte.
El problema es más que preocupante en el caso de las alcaldías: en un Chiapas de todólogos los alcaldes son más que suficientes, genios: caen en lo mismo de política tan sucia y corrupta como la que se practica en todos los niveles México.
¿Cómo puede demostrar la cuarta transformación que ya es lo contrario?
Solo con avances, logros, beneficios, no hay de otra, pero muy por encima de los espejismos, como esos dineros populistas que no generan nada, que si bien no son a fondo perdido pues lo va a captar los bienes y servicios, no generan valor agregado, esa es la verdad y eso se llama paternalismo.
Mientras pues seguirá la idea como está, y es esa: los políticos no tienen credibilidad, aún sean de morena, porque una cosa fue el amlozo en la elección y otra que la población le otorgue a cada cual de ese partido en una posición, la misma confianza y popularidad que al señor presidente.

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