Lo que se ve

En la conmemoración de los 83 años de la CTM, Olga Sánchez Cordero –invitada al evento- dejó en claro que el gobierno de López Obrador no apoyará a sindicato alguno, y les recordó que el presidente dijo claro que no habrá más sindicatos de Estado, sino sindicatos independientes y en libertad.
La CTM llega a su 83 aniversario en tanque de oxígeno, pero su líder, Carlos Aceves del Olmo, sostiene que la central obrera no es producto del poder político y recalcó que ha sobrevivido gracias a sus bases, muchos más números que cualquier otra, agregó, además de que el símbolo de la CTM es la “adaptabilidad”, ya que pueden cambiar los tiempos pero no los principios de la organización.
Los viejos esquemas, los viejos discursos, y las divisiones claras: la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz, no llegó.
No se engaña a nadie: como la CTM, cientos de sindicatos por éste país se han puesto a las órdenes de la clase patronal en la explotación laboral; por décadas el salario mínimo fue de miseria y vienen ahora a decir que, representan a sus bases.
Por eso como la CTM, cientos de sindicatos en éste país son siglas muertas cuyos dirigentes usufructúan de las cuotas de los trabajadores -y la infraestructura y propiedades de los sindicatos-, a los que no les rinden cuentas nunca.
Si acaso es eso lo que deben de transparentar.