¿Y luego?

Bien ternuritas, los dirigentes de la sección siete, decíamos, se quedaban sin banderas y ante esto pues las inventan, como lo es el hecho de señalar –en la voz de su desprestigiado dirigente- que la nueva ley de educación de AMLO es la misma cosa que la anterior, versión que se corroborará cuando, los contenidos se den a conocer como se ha hecho con las anteriores iniciativas –incluyendo la de la Guardia Nacional-, como parte de la transparencia que practica la presente administración.
Desde luego que éste dirigente ha sido ya cuestionado desde su propio seno, y ya será cuestión del oficialismo exhibirlo en caso de existir negociaciones turbias como las registradas en Michoacán con la administración pasada, pues brinca solo por lo absurdo de insistir en algo irregular sin prueba alguna, y menos lanzar otra vez a la calle al magisterio de su seccional en aras de buscar prevenir cambios de última hora en el documento, en perjuicio del magisterio.
No ha sido esa la tónica de éste gobierno; como que la sección siete –como lo intentó la 22 de Oaxaca- busca un motivo de agresión para justificar lo injustificable que fue el hecho de volver a salir a las calles.