Pasos lentos

Desde luego que los migrantes centroamericanos saben que si el paso lento por el territorio mexicano presenta dificultades, para entrar a Estados Unidos el asunto se vuelve imposible, no solo por la presencia de la border patrol en alerta, sino por la del ejército mismo de ese país, convocado por su presidente, en algo que se considera una violación a las leyes de esa nación vecina, y no una invasión como señalan los grupos xenofóbicos más recalcitrantes.
Desde que cruzan la frontera mexicana inicia el viacrucis de los migrantes, pues tyan solo pasar el Suchiate, comprende todo tipo de agravios en su contra, a veces con consecuencias mortales ante el desconocimiento de éstos de los derechos que se han establecido en el estado, y que puede dar una idea del cómo es posible se aventuren a una travesía así sin conocer las condiciones del terreno.
Y es que pese a que el gobierno mexicano ha hecho el esfuerzo por su protección, éste no ha sido al cien suficiente, pues aún hay los que caen en manos de maleantes y extorsionadores.
Desde que iniciaron las famosas caravanas de migrantes, y estas llamaron la atención mundial de las organizaciones de derechos humanos, el gobierno mexicano se apuró en garantizar su tránsito aun la oposición de Donald Trump al hecho, refiriendo sin hacerlo que México no hacia valer sus leyes migratorias, a riesgo de la delincuencia que viaja entre las caravanas.
Porque esa es la bandera de Trump en contra de la migración: los delincuentes, la escoria, que viene desde América Central a dañar a “América”, como refirió hace poco en que le dio ultimátum al congreso de su país, para que le dieran el dinero suficiente para hacer el muro.