El negocio de la protesta

La toma de carreteras genera muchas perdidas económicas a miles de automovilistas al año.
La verdad nadie responde por éstas perdidas y por el contrario, hay que sumarle lo que los “inconformes” cobrar por dar paso, a veces mucho más costoso que las propias casetas de Capufe, en el entendido de que en las carreteras estatales, como la San Cristóbal-Palenque, nunca ha habido cobro algunos, que no sea el de los habitantes de Oxchuc, los más proclives a bloquear caminos por lo que sea.
Desde luego que en aras de mantener a la entidad en calma, no se desaloja cualquier plantón, pero los hay aquellos en que no hay motivo alguno para el bloqueo, y desde luego se trata de hacer el pretexto para cobrar lo indebido y hacerse de dinero fácil aprovechando la impunidad que les permiten.
Sobre es y otros temas se debería hablar en el legislativo estatal, y más en una entidad que en breve recibirá recursos para un importante programa carretero, que pudiera verse ensombrecido por éstos bloqueos que deben de evitarse desde ahora, con una adecuada legislación local, aun exista ya la federal, sobre atentados a las vías generales de comunicación.