Contra espejo

Nada mejor que el distractor de la caravana migrante, ya agotada antes de entrar a la vía fuerte del centro del país, para que el gobierno del estado respire un tanto de sus pendientes internos que incluye no pocos focos indistinto color acumulados en el sexenio, lleno de medianías cuando no de fracasos contundentes.
Fracasos en la calidad de educación, de desarrollo humano, de desarrollo ambiental, comunicaciones y salud, pues aún los triunfalismos por remodelaciones e inauguraciones de obras federales, la verdad es que en clínicas y hospitales no hay medicinas, según reportes de los propios pacientes y sus familias.
Pero otra cosa es comparar todo eso con la ayuda humanitaria que se le debe dar a los migrantes, aun los pendientes sociales locales, por no quedar ante los ojos del mundo como incoherentes, pues, mientras nos quejamos de los tratos en EU a los connacionales, acá hacemos lo mismo, con la diferencia de que los mexicanos no han siquiera pensado en organizar una caravana, sabedores que, en masa nada más no entran a EU.
Es por eso que la llamada caravana de migrantes hondureños se está disolviendo, y así tendrá que
Ser para poder entrar de manera clandestina –para nada llamativa- a Estados Unidos, como ha pasado todo el tiempo.