EDITORIAL

Concesionarios 

Los concesionarios del autotransporte del estado realizaron un gallo motorizado en protesta por la invasión de rutas como por las unidades piratas en el servicio de taxis, en algo que lleva años y que no ha sido resuelto, por lo que en ese sentido existe total impunidad.
Desde luego que se debe aclarar que el pirataje no es barato pues se requiere la compra de una unidad sea sedan o vagoneta, y si analizamos que están por cientos, se puede hacer una idea del cuanto ha invertido el pirataje en éste negocio ilegal, pero al que no le han hecho un operativo definitivo.
Desde luego que los concesionarios piden legalidad pero de su parte también cojean en la calidad del servicio, con unidades en la que los usuarios viajan en calidad de sardinas, o unidades –sean taxis o colectivos- viajan en constante exceso de velocidad, poniendo en riesgo la vida de los que en éstos viajan, cuando no se registra la mala fortuna de que atropellan a las personas por imprudencia, pues en la mayoría de los casos quienes conducen éstas unidades son postureros, no los dueños de la concesión.
Queremos decir que el transporte público es un plato servido de corrupción y que urge que se transparente su servicio a la comunidad, el que ya debe ser de calidad y respeto a la ley.

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