Gobierno de Chiapas, realizó una evaluación de daños luego del sismo de 8.2 grados. Foto: @Manuel Velasco
AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

Es importante hablar de lo sucedido la noche del jueves, porque fue sui generis.
Un terremoto no se había vivido en nuestra entidad y por fortuna, su impacto no fue el que genera en otras naciones o regiones de países, aunque si tenemos ya la contabilidad de 12 personas fallecidas.
Se reconoce la repuesta inmediata de las autoridades de Protección Civil, de seguridad, del ejército, de gobernación, del gobernador mismo.
El gobernador Manuel Velasco Coello, el secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava y Jeanette Moisés Ramírez, quien es la directora general para la Gestión de Riesgos de la Secretaría de Gobernación, realizaron una evaluación de daños luego del sismo de 8.2 grados con epicentro en la región Istmo Costa de Chiapas.
Nuestra gente necesita apoyo, pues hay muchos daños por todos los municipios afectados, por lo que ahora hay que olvidarse un poco de la grilla, y espero que esos calientes lo hagan por respeto a los que dicen querer representar.
Replicas ha habido hasta cerrar este texto unas 266, la más intensa casi después del evento mayor: 6.1 en la escala de Richter.
La fuerza del temblor en nuestra entidad se calcula en 8.2, es decir esta entre la escala de entre 8 y 9 del físico Charles Reachter, que la cataloga como muy grave, le sigue el diez, la más alta, considerada “Legendario, apocalíctico”, con el detalle de que jamás se ha registrado.
NO han sido pocas las veces que se ha mencionado que bajo Chiapas existen tres capas tectónicas, la de Cocos, la del Caribe y la norteamericana. Otros las definen por otros nombres, pero como sea, son tres y confluyen en nuestro estado, a profundidades y sus liberaciones de energía son colosales.
Una de esas, por primera vez, la vivimos el jueves poco antes de la media noche, y en medio de rezos y espanto, de la gente que salía de sus casas aterradas, del trepidar de ventanales y alarmas activadas de los autos que hacían más cotica la vivencia, en un poco más de dos minutos terminó.
Pero siguieron las réplicas, el miedo a que otro igual o peor nos llegara con el sueño, y muchos fueron los padres con hijos pequeños que ya no durmieron.
Las autoridades a esas horas iniciaron una labor titánica y loable; una paramédica conocida se reportó de inmediato, en su día libre y desde esa hora del temblor no paró su labor hasta las siete de la mañana de ayer viernes.
Tenemos muchos héroes anónimos, muchos servidores públicos comprometidos con la gente.
A todos ellos ¡Gracias! Porque sabemos que su labor aún no termina, siguen en la brega en los poblados más apartados, distribuyendo, curando, desalojando.
Según se dice ayer a las 24 horas se levantaba la alarma de posible replica grave.
Esperemos que no se haya dado.

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