El caso Javier Duarte de Ochoa, drama-comedia de enredos y equivocaciones. Foto/Tiempo.
AL SON DEL TEXTO

Al Son del Texto

Tina Rodríguez

Y como que se desinfló coordinadamente el tema de Javier Duarte de Ochoa, aun los esfuerzos de Miguel Ángel Yunes de sacar imagen de su antecesor en el cargo; al parecer le dijeron que no, que no era tema como para que lo utilice políticamente.
Para muchos ese asunto fue tratado como drama-comedia de enredos y equivocaciones en que parece convertirse el caso de Duarte de Ochoa, con acusaciones poco sustentadas por los ministerios públicos, por lo que se corre el riesgo de que se les escapara de las manos y más ante la inexperiencia de unos funcionarios nada duchos en los usos del nuevo sistema de justicia acusatoria.
Y es que fue claro cómo se comportó Duarte de Ochoa a su llegada a tierras mexicanas y la contratación de un abogado experto en estos temas, sorprendieron a no pocos que esperaban que, con todo, se le aplicara todo el peso de la ley y es la fecha en que la cosa bajó de intensidad aun toda la proyección mediática que se le dio a su situación que llegó a lo chusco.
La cosa es que con estos impases hacen temer un fracaso por parte de las autoridades judiciales y una gran decepción para unos ciudadanos ávidos de la aplicación de la justicia a los gobernantes saqueadores de las arcas públicas, en su mayoría priistas, y es por ahí dónde se observa el caso: seguir hostigando que se trata de ex gobernantes del PRI, ya próxima su asamblea nacional éste 6 de agosto, en que decidirán el cómo se va a realizar el proceso interno de selección, como que no es buena publicidad.
Al Son que me toquen
El otro tema que se fue nuevamente por el caño es el del fuero, esa figura de inmunidad judicial “consagrada” en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mediante la que muchos políticos se han salvado de caer en la cárcel o simplemente en desgracia.
Los beneficios que concede a los políticos que disfrutan de los cargos públicos de elección popular, son de extrema protección, en una nación que ya no lo requiere, pues antes se suponía que desde el gobierno se podía ejercer presión a los legisladores o gobernantes incluso judicial, para doblegarlos.

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *