Al Son del texto

Tina Rodríguez

La renuncia de Carlos Morales Vázquez a la secretaría de Medio Ambiente, a poco menos de un año de la elección de 2018, no solo es consecuencia del llamado gubernamental de que, los que quieran un cargo de elección popular tienen que retirarse de la administración pública, para evitar versiones de padrinazgo por parte del gobierno de Manuel Velasco Coello.
En este país no se le renuncia a un gobernador así nada más sino es mediante acuerdo o te renuncien, y no es éste el último caso.
De ahí que, bajo ese esquema, la renuncia del ahora morenista será vista como parte de una estrategia global de posicionamientos claves, que en el caso del coiteco es ganar la presidencia municipal de Tuxtla, indistinta sea la persona, pues también la busca otro cercano al mandatario, como lo es Carlos Penagos, solo que éste bajo las siglas del partido gobernante: el PVEM.
Por parte de los priistas, que sabemos se mantienen en bajo perfil, no se han visto movimientos para una alcaldía con más problemas que posibilidades, ante el acumulado de rezagos en la mancha urbana, que no comprenden a la inseguridad, esa es la verdad.
La capital de Chiapas no es un reto simple, pues concentrados en las afectaciones en colonias populares incluyendo el centro de Tuxtla Gutiérrez, se ha deslizado lo que está pendiente socialmente en sus periferias, que como en toda urbe, y que son los llamados cinturones de miseria, en dónde la calidad de vida es paupérrima y hasta insegura, casi siempre en terrenos no propios pero en “trámite” por parte de líderes que generalmente defraudan a sus representados, los que no pocas veces han tenido que ser desalojados.
¿Habrá aspirantes priistas para la capital del estado?
Seguramente varios.
Sobre todo, del ala inconforme con el dirigente estatal, Roberto Albores Gleason, del que acusan ya de manera abierta que solo trabaja por él, en su afán de lograr la candidatura a gobernador, descuidando posiciones importantes a grado de fracturar viejas relaciones, como sucedió con su informe, para el cual miles de mujeres dentro del programa Próspera de cobertura federal, fuera utilizadas a modo de que, acudían a ese informe como pudieran, o quedaban fuera de los listados de beneficiarias.
Ese chantaje indignó a miles de mujeres a las que les quedó claro que el priista era un corrupto, y de pasó lesionó la relación de ese partido con amplias zonas populares, aunque de por sí el priismo en la capital chiapaneca no trabaja, de ahí que personas como Penagos aproveche esa coyuntura como se hace en la política de ahora y proyecte su imagen.
Ahora al parecer, ya podrá hacerlo Morales Vázquez.
Sobre algún aspirante del PRD pues no hay nada; de por sí que ese partido quedó sin presencia –luego de dos periodos de gobierno-, sobre todo en Tuxtla de dónde fue borrado, luego de haberlo gobernado con Jaime Valls -Secretario general ejecutivo de ANUIES- un tecnócrata ya en otros escenarios académicos nacionales e internacionales, al que por cierto pocos mencionan con posibilidades a la gubernatura, aun en éste país se han dado casos verdaderamente sorprendentes en las designaciones a los gobiernos estatales y ganan, como él la ganó en la capital del estado, y fue electo como presidente Municipal Constitucional de Tuxtla Gutiérrez, para la gestión 2008-2010.
Y eso que un año antes no lo conocían en las colonias populares.
Lo mismo pasó con Yassir Hernández Vázquez, quien en 2010 ganó la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez, abanderando la Coalición “Unidad por Chiapas”, conformada por el PRD, PAN, Nueva Alianza y Convergencia ¿O ya se les olvidó?
Ese crío lo avalaron los que ahora se quieren desgarran las vestiduras y desde luego, se quedaron callados cuando, en marzo de 2013 una auditoría reveló irregularidades –que no desfalco- por 558 millones de pesos, durante su gestión.
Pero a eso no le dio continuidad Samuel Toledo Córdoba Toledo, quien encabezó la coalición PRI, PVEM y el Partido Orgullo Chiapas, con los que ganó la alcaldía para el periodo 2012-2015, con 20 mil votos de diferencia al candidato de la coalición PRD-MC, que fue Carlos Morales Vázquez.
Sobre los panistas, pues ya se vio que ni a los propios apoyan en el caso de no ser del agrado de sus cúpulas de dominio, abigarradas a esquemas tradicionalistas y conservadores que ya no tienen nada que ver con la política que practican, por ejemplo, su dirigente nacional, o la propia aspirante Margarita Zavala, claramente adelantada y anunciada su intención de buscar la presidencia.
El panismo local, salvo Paco Rojas, poco se deja ver.
Ni siquiera su mejor posición, el secretario de Economía, Ovidio Cortázar Ramos, quien solo cumple con su trabajo y no se mueve de su silla, salvo más adelante.