AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

Desde que el presidente de la Junta de Coordinación Política, Carlos Penagos Vargas, habló de posible aviadores que serían dados de baja en el legislativo local, se me disparó la idea de cuántos habría –si es que corrieron a todos- en toda la estructura estatal, y el costo que ello representa o representaba para la economía del gobierno del estado en lo global.
Por otro lado, es gente que defraudó al estado con el contubernio de no pocos responsables de áreas, direcciones, subsecretarías, secretarias y el gobernador mismo, que deberían rendir cuentas a la sanción que corresponda.
Los aviadores son secuela de la corrupción, sello indistinto de que existe y se sigue practicando.
Pero surge una pregunta: si es obvio quienes son, pues los tienen ubicados desde las áreas administrativas ¿Por qué no los llaman a cuentas?
Esas personas deben regresar el dinero que cobraron sin trabajar o ¿Van a permitir tal impunidad?
Si lo hacen se sumarán a otras tantas acumuladas en el estado, algunas tan viejas como el rezago social mismo que padecemos, y que son los cimientos del desplazamiento social que no logra superarse con eventos para la foto, en la que se entregan despensas, implementos agrícolas, y demás de cada año en cada región y municipio que no logran sacar avante la autonomía de los productores parasitarios.
Ahí tenemos que esas políticas ficticias, realmente no han logrado superar la dependencia del gobierno, que los explota en imagen, y que le cuestan tanto al erario público porque esos programas generan corrupción a falta de una transparencia confiable.
La idea de cuánto cuesta la corrupción, ha sido la pregunta de tantos analistas y estudiosos de ésta.
Alguna vez el cálculo fue altísimo: siete por ciento del presupuesto global del país, que tiene un capital en movimiento de 700 mil millones de pesos diarios, entre privado y gubernamental.
Eso envía a la pregunta local: ¿De cuánto es el movimiento diario del capital en Chiapas; cuánto nos cuesta la corrupción?
Al Son que me toquen
Dicen los especialistas: Hay una drástica caída de la producción industrial, el desfavorable balance comercial con el exterior, la abrupta depreciación de su moneda y el paulatino abandono de esa divisa para las auténticamente grandes transacciones internacionales, impactan directo en su línea de flotación. La escasa afluencia de flujos de inversión a su economía, la inequitativa distribución del ingreso, producto de su errática política tributaria ofertista, el doble déficit fiscal y financiero, llevan a la conclusión de lo fraudulento de un sistema capitalista.
No, no hablan de México, sino de Estados Unidos.

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