AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

Muchas cosas borraron del mapa social la presencia magisterial, incluyendo a los afectados por las inundaciones de principios de septiembre en Tuxtla Gutiérrez, y desde luego familias que perdieron hasta su propiedad por los torrentes de agua.
¿Quién se acuerda de ellos?
Desde luego que padecen los estragos de ese fenómeno y es la fecha en que siguen solicitando apoyos para recuperarlo mínimo para continuar sus vidas, pero la ayuda es más lenta de lo que esperaban.
Hubo los casos como los pobladores de la quinta norte poniente, casi sobre la calle central, que los mismos colonos le entraron al aseo de esa área, ante la demora de apoyo, pues la contingencia atípica, era peor en otros lados de la ciudad capital del estado.
No todo está solucionado; las prioridades hidráulicas deslizaron las urgencias por familia y éstas demandan fórmulas para establecer lo perdido.
La afluencia de agua en esa fecha fue severa en Tuxtla Gutiérrez, una ciudad construida sobre afluentes que como dicen de pronto tienen memoria y regresan a sus cauces con una fuerza no prevista, sencillamente porque los actuales habitantes de las zonas no tienen registrado que, por ahí, antes, en tiempos de sus mayores había arroyos, y ha de ser terrible sentir que, de bajo de tu vivienda, surge un torrente porque la construyeron sobre un embovedado que para nada tienes registrado.
Muchos vecinos se sorprendieron de vivir al lado o cerca de uno de estos arroyos bajo tierra, hoy casi todos usados como drenaje; saben que se va a repetir ese fenómeno en lustros o décadas, pues algo como eso pasó hace 32 años y en ese lapso de casi once trienios, desde la autoridad municipal no hicieron mucho para prevenir otro percance.
¿Pero qué con la gente que perdió todo?
Nada se sabe solo sus quejas; nada se sabe de apoyos institucionales para que puedan retornar a sus vidas normales, pues algunos perdieron todo, el trabajo de años para la familia.
Quedaron entre el lodo y los escombros.
Ahí están como un pendiente más.
Desde luego que han recibido ayuda, pero ya sabemos que ésta disminuye en la medida en que pasan las semanas, hasta que cada quien a solucionar su problema.
Pero hay familias afectadas que no pueden con la dimensión del daño.
Habría que darles otra vuelta.

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