AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

Y desde luego que Donald Trump parece una amenaza no solo para México, sino también para América Latina, así como los grandes consorcios comerciales lo son para los changarros, válgase la comparación.
Pero qué busca Trump con eso de elevar el bordo –como se le llama en el norte- en la frontera mexicana, y que esto lo tiene que pagar México, en el entendido de que, a juicio del candidato, permite que los migrantes lleguen sin problemas a los límites entre ambos países e intenten el cruce ilegal.
Nadie lo sabe, porque la postura no es ni por proximidad política de un “buen vecino”.
Al momento desde todos los escenarios internacionales y rubros de la inteligencia humana, la propuesta del magnate ha sido cuestionada y vista desde racista hasta xenofóbica, incluso hasta bélica, y asoma en él, una postura de riesgo para las buenas relaciones bilaterales con México, en caso de que triunfe en las elecciones de noviembre en su país.
Sin embargo, el asunto migratorio es cosa menor para otras latitudes; Trump es visto como un hombre –pues no es político, lo demuestra- de visión absolutista que no repara en condiciones de terceros en busca de las propias, lo que anuncia mucha aspereza en su forma de gobernar, de triunfar.
¿Podría soportar con el humor de Obama, lo que dijo el mandatario filipino del mandatario negro de EU?
Se duda.
Se coincide con el secretario de gobernación mexicano, Miguel Ángel Osorio Chong, con eso de que “Las fronteras geográficas no deben convertirse en barreras, por el contrario, deben seguir siendo punto de encuentro e intercambio.
“Un puente para afianzar los lazos de colaboración y fraternidad entre nuestras sociedades, sobre todo, de cara a los desafíos globales que enfrentamos hoy, y que exigen la acción corresponsable de la comunidad internacional.
“Porque es así, sumando esfuerzos, es como pasamos de los discursos a las acciones, y de las acciones a los resultados en favor de quienes, siendo parte de dos países, conforman una sola comunidad.
“México y Estados Unidos no estamos exentos de retos”. Insisto, coincidimos en eso.
Al Son que me toquen…
Bastante activo anda el magistrado presidente del Tribunal de Justicia del Estado, Rutilio Escandón Cadenas, promoviendo socialmente los asuntos de ese poder chiapaneco, lo que ha generado ataques sistemáticos que tienen completo tinte partidista, por los contenidos de los juicios.
Escandón Cadenas hace lo mismo que los demás titulares de los poderes: promover las responsabilidades y acciones que competen al poder judicial.
Pero desde alguna parte incitan a éste tipo de golpeteo que no abonan en nada a la estabilidad política del estado.

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