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Con valor de mujer

Ni más ni menos

Candelaria Rodríguez Sosa

Denuncian parteras de Chiapas obstáculos del sector salud para atender a mujeres embarazadas

Las amenazan con quitar del programa PROSPERA

Denuncian parteras de Chiapas obstáculos del sector salud para atender a mujeres embarazadas. Les prohíben atender partos y las amenazas con quitar los programas gubernamentales o de no registrar a los bebés solo por el hecho de haber sido atendidas con parteras, informó en conferencia de prensa en San Cristóbal de las Casas, el Comité Promotor de una Maternidad Segura y Voluntaria en Chiapas (CPMSVCH)
El Comité busca dar a conocer el estado que garda la relaciòn de los servicios institucionales de salud y las parteras tradicionales, y de la serie de prácticas de violencia obstétrica y de agresión al oficio y a la persona de las parteras tradicionales, y tienen la finalidad de contribuir al Tribunal Simbólico sobre la Violencia Obstétrica en México.
Los relatos coincidian: “Nos amenazan con quitarnos los programas como el de Prospera si no hacemos caso de mandar a fuerza a las mujeres a los hospitales, sin tomar en cuenta que muchas veces las familias no quieren o no pueden hacerlo”.
Son los testimonios de las parteras que el Comité Promotor de una Maternidad Segura y Voluntaria en Chiapas (CPMSVCH), recabo en una investigación realizada en el mes de abril del año en curso a traves de 7 consultas a grupos focales de parteras tradicionales en los que participaron 109 parteras y 16 parteros y agentes de salud de diversas comunidades de 12 municipios.
La investogación fue realizada a parteras tradicionales de Chiapas sobre su quehacer, su relación con las instituciones de salud, y la atención obstétrica a mujeres indígenas y campesinas, en los municipios de Tenejapa, Cancuc, Larráinzar, Huitiupán, El Bosque, Simojovel, Amatán, Yajalón, Chilón, Sitalá, Palenque y Ocosingo, pertenecientes a las regiones Altos, De los Bosques, Norte, Tulijá Tseltal-Ch’ol y Maya de Chiapas, grupos que representan la diversidad de las condiciones de vida y trabajo de las parteras indígenas y tradicionales en el estado de Chiapas.
En el contexto de los agravios el CPMSVCH, señala que en las reuniones del Prospera se les advierte a las embarazadas que, si se atienden con partera en su casa, serán sancionadas dándolas de baja del Programa. “Se les amenaza en las reuniones y cursos, en las clínicas. Si la mujer tiene el Prospera y dice que la atendió una partera no certificada, le quitan la mitad de su dinero o las amenazan de darlas de baja”
La investigación fue dada a conocer ante los medios de comunicación ante la gravedad que implica la falta de atención oportuna por parte de las instituciones publicas de salud a las mujeres embarazadas en Chiapas, y el derecho de las parteras a ejercer su profesión.
Entre los agravios contra las mujeres que ejercen la parteria, se indica por ejemplo como a una partera de la zona de Palenque, a partir de trabajar con la institución le dicen que, si atiende partos en su casa, a los bebés no los podrán registrar por no haber nacido en la clínica u hospital. Ella atendió de emergencia a una mujer porque ya no había tiempo de sacarla y los médicos pensaron que era capricho de seguir atendiendo en casa y “la dieron de baja”.
Sobre la certificaciòn que les otorgaban las instituciones de salud, sostienen en sus testimonios “antes todas éramos iguales, ahora con la certificación se provoca la división entre parteras. El gobierno está dividiendo a las parteras. Y agregan:
Ahora, si no se eres partera registrada o certificada hacer tu trabajo es más difícil. Si la mujer quiere registrar a su bebé y dice que la atendió una partera que no está certificada, no le dan la cartilla, no puede registrar a su bebé por no haber nacido en la clínica u hospital.
Una partera afirma: “me dijeron que si no estaba registrada podía irme a la cárcel del ayuntamiento… Que nos podían ir a la cárcel por atender partos por eso entré en los cursos”.
Pero, si una partera decide atender un parto de alto riesgo, es sancionada por haberlo hecho. Se le amenaza que se enviará a la cárcel si algo sale mal, si el bebé o la madre mueren… Los médicos ya no nos dejan hacer nuestro trabajo: nos dicen que las mujeres multigestas, primerizas, menores de 20 años o mayores no deben de ser atendidas por las parteras, entonces ¿a qué mujer si podemos atender?, se preguntan.
El amplio informe que realizó el comité refiere los testimonos que dan cuenta como a una partera la amenazaron que, si atendía a su hija en su casa y le pasaba algo, iría a la cárcel o pagaría una multa de 60 mil pesos. La partera decidió atenderla y los médicos le hicieron firmar papeles. El doctor afirmaba que ya era el tiempo del parto y mandó al asistente de salud para vigilar a la partera. Al final, el bebé nació varios días después en perfectas condiciones y la mujer estaba viva y sana. Después la familia cuestionaba a la partera de por qué los médicos habían dudado de sus conocimientos y la habían hecho firmar papeles.
El panorama complica el trabajo de las parteras, que además atienden donde no hay clinicas y son de los muchos servicios que ofrecen y que para ellas significas ingresos a sus hogares. Ante eso sostienen hoy las partereas ya casi no tienen trabajo… Una partera afirma que “anteriormente atendí como 200 niños, pero ahora ninguno, solo atiendo a las mujeres embarazadas cuando los niños están en mala posición, ya no tengo derecho de la atención del parto, atiendo cuando se enferman, las curo con plantas medicinales”.
Señalan que hay médicos que cuando llegan a saber que ya nació el bebé van a ver al bebe y a la mamá y ahí hacen el tamiz. La vacuna la ve el doctor o la enfermera. Otros doctores dan cita para que se vaya a atender al centro de salud… otros llegan directo al hospital a los 3 días porque no llegan las caravanas de salud. (servicio móvil de la Secretaría de Salud).
diferencia que vemos ahora en la clínica es que nos dan material, tijeras, gasa, etc., entendemos que esto es para que todo sea más limpio, pero igual antes nos la arreglábamos con otras cosas para ayudarnos. Ahora se usa tijera y antes el carrizo o la Gillette para cortar el ombligo y una tela vieja y bien lavada para amarrar el obligo del bebe. Ahora se usa tijera, alcohol.
Y agregan: Cuando llegan al hospital, les revisan las rodillas a las mujeres para ver cuánto tiempo llevan hincadas o llevan con la partera. A algunas parteras les preguntan qué les dieron a las mujeres, si llevaban tiempo arrodilladas las rechazan. En algunos hospitales se coloca en el registro que la mujer “fue manipulada por partera empírica”.
Los médicos nos dicen: “yo estudie en tal universidad, ustedes no, entonces el que sabe soy yo, ustedes no saben nada”. No tenemos ningún acceso solo dejar ahí a la paciente en el hospital, o cuando entramos es solo para ver, no nos dejan intervenir. En una ocasión una partera vio que el bebé estaba tragando líquido y solo después la llamaron, no la dejaron hacer nada porque no tenía guantes.
Recuerdan las parteras que antes las mujeres nos ayudábamos unas a otras, no había médicos, pero después llegaron ellos, comenzaron los programas y el Prospera y ahora todo son juntas, a que den consejería, a que las mujeres se planifiquen, ya sea temporal o definitivamente, que porque ya tienen muchos hijos… estamos obligadas a tener 20 mujeres planificadas cada mes, esto no es trabajo de partera, nos están condicionando hacer cosas, indican.
En el analisis del Comité Promotor de una Maternidad Segura y Voluntaria en Chiapas (CPMSVCH), se registra como las parteras denuncia que muchas veces mandan a las mujeres a los hospitales para operarlas, aunque ellas no quieran, las amenazan con poner falta y quitar el Programa.
Y sostienen que ahora las mujeres ya no tienen libertad. Ahora a las mujeres se le dice dónde deben tener su parto, que tiene que ser en la clínica, si no las regañan, castigan. Ya las mujeres no pueden decidir dónde o con quien quieren tener su parto.
A las embarazadas se les obliga a hacerse un ultra sonido; muchas veces en particular por que en el hospital no hay el equipo, o éste no sirve, o no hay quien sepa cómo se maneja.
El ultrasonido cuesta 360 pesos en particular, y es obligatorio aun sabiendo que el bebé esté bien y no tenga la mujer ningún problema durante su embarazo.
A la exposición de la denuncia, a las parteras les preocupa el que las instituciones pugnan por desaparecer la partería, por el contrario, se debe fortalecer y apoyarla, con más y mejor capacitación, mejor trato a las parteras y embarazadas en los hospitales, mejoren los servicios de salud con traductoras, respeto y reconocimiento.
Que las mujeres puedan decidir de dónde y con quien tener sus hijos, no nos obliguen a tenerlos en los hospitales si no queremos, que tengan su parto cuando es normal en su comunidad -así es la costumbre-, y no que algunos partos normales se vuelven cesárea cuando son atendidos en el hospital.
Que las parteras se les presten atención, “que si llegamos o llegan las mujeres con trabajo de parto dejen de escribir en su máquina y nos vean, nos atiendan, para que los bebes no nazcan en sus consultorios”, que los doctores no nos manden con las mujeres a los hospitales solo para que las operen, y trabajen en conjunto ayudando a las embarazadas. Que haya buena intención, Que no amenacen a las parteras ni a las mujeres, con quitarnos los programas.
Que enseñen a usar el material que les entregan, abasto de medicamentos, que haya cursos sobre técnicas de cómo viene el bebé, necesitamos cursos donde aprendamos nuevas cosas y nos motiven. Y principalmente el respeto, “que no nos regañen, que no nos tratan como apestadas diciéndonos que no entremos con chanclas porque les ensuciamos”
Y finalmente tener más unión entre parteras, también apoyo y una mejor relación con toda la comunidad, y que las denuncias y testimonios sean tomadas en cuenta en el Tribunal Simbólico.

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