Las secuelas quedan
Ni negar que las pérdidas fueron millonarias.
Esa contabilidad no es medible, ni por los propios sectores afectados, pero al menos en Oaxaca la calcula en 4 mil millones de pesos desde que iniciaron los bloqueos carreteros.
Obvio la afluencia turística disminuye; los visitantes no vuelven a entidades problemáticas.
No van a pagar para padecer como se vio en Chiapas en que cientos de turistas padecieron las consecuencias de pérdida de vuelos, enlaces, en fin, como sucedió en San Cristóbal, Tapachula y Palenque y Tuxtla.
¿Es eso bueno para el estado?
Desde luego que no.
No puede serlo, y desde luego los efectos de ese problema se seguirán resintiendo para acreditar que los estados de referencia, como Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, tienen vialidad.
El turismo es movimiento y consumo, y si no se da hay pérdidas enormes y desde luego cierre de plazas y espacios.
O sea que se afecta a la sociedad aun los maestros negocien para su bien y se vayan a sus centros de trabajo.
Las secuelas quedan.