AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

No ha pasado una semana y los combatientes del Facebook están con todo en el escrutinio de las actividades de Fernando Castellanos Cal y Mayor, como alcalde de la capital del estado, en momentos en que, en efecto, no tiene dinero para iniciar a tambor batiente, y que, desde luego, lo pudo hacer gracias a que es de las mismas siglas que el partido gobernante en la entidad, de lo contrario sería muy difícil cumplir eso de una calle al día, la que mínimo, debe tener un costo de dos mil pesos por poligonal, me dicen, pues cuenta con sus propios empleados, y de a cuatro 500 en caso de ser empresa privada, que es en dónde se volatiza el dinero, en los sobre precios.
Eso va a ser otro de los esfuerzos que sanearían mucho la economía del ayuntamiento de la capital del estado, el sobre valúo de las cosas, que se ha hecho el modus operandi de los negocios de los alcaldes, aparte de los diezmos que ya llegan al 15 por ciento, disparando costos.
Por eso los que saben mueven la cabeza sorprendidos del descaro de que una esquina en una popular colonia, supere los 280 mil pesos, cuando todo lo que está en esa esquina aun los juegos infantiles y los instrumentos cardiovasculares, no llegan ni a 80 mil pues no olvidemos que el terreno es municipal.
Así, el ex alcalde declaró durante la inauguración del Parque del oriente que éste tuvo un costo de 30 millones de pesos, Caña Hueca de casi 300 millones; cifras que brincan aun ante las que no sabemos nada de ello, pero que de todos modos no nos convence.
Así, los que anuncian las inversiones se quedan con la culpa, en éste caso Samuel Toledo, el que muy seguramente no se salva de una auditoria, pues ni para aguinaldos dejó cuando éstos, desde luego, están etiquetados.
El pleito se dio esa misma noche del cambio cuando, en las cuentas había unos hermosos ceros.
Los últimos pagos de los múltiples pendientes y acreedores que le quedan a Castellanos Cal y Mayor, se hicieron esa tarde del cambio de poderes, dejando incluso fuera el pago de medicinas y centros médicos subrogados, los que seguramente no demoran en suspender el servicio a los empleados.
Eso es lo que pasa cuando los malos alcaldes se van.
La cosa es que se violó de todo en aras del servilismo, hasta las normas elementales de señalamientos, al pretender pintar de verde las guarda rayas de calles y avenidas; solo faltó que lo intentarán con los pasos peatonales, en un completo entreguismo que incluyó las traiciones de Toledo a Sabines, que fue quien lo trajo a Chiapas, lo vendió al PRI y lo empoderó dándole la presidencia municipal, luego de un periodo perredista corrupto y abusivo de Yassir Vázquez, que le entregó igual que Toledo entrega a Fernando, el ayuntamiento quebrado.
Por ahí puede estar el origen de ésta historia de relevos.

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