En esta retrospectiva, el mar es un ente mitológico muy fuerte que está presente en la obra de Roger von Günten.
ARTE Y CULTURA

El mundo marino de Von Günten en el Museo de la estampa

. La exposición Un camino recorrido reúne 58 piezas figurativas y abstractas elaboradas entre 1961 y 2016

Ciudad de México – El mar es un ente mitológico que brota en la obra gráfica del artista Roger von Günten (Zúrich, 1933). En sus litografías, serigrafías y grabados a color, predominan sirenas, peces y una vegetación tropical, a veces fantástica, como revela la exposición Un camino recorrido, en el Museo Nacional de la Estampa (Munae).

La exposición es una retrospectiva con 58 piezas figurativas y abstractas, elaboradas entre 1961 y 2016, que han capturado el imaginario poético de Von Günten o lo que él define como “estructuras visuales sonoras”.

“Nací y crecí en un país sin mar. Lo vi por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial, cuando un amigo me invitó a conocer el mar de Normandía. Y al ver por primera vez esa horizontal, esa extensión viva, con olas que se movían y cambiaban de color, fue una experiencia muy grande”, expresó ayer el artista nacionalizado mexicano en 1980.

Recordó que en cada oportunidad ha vuelto al mar del Mediterráneo, al Pacífico, al Golfo de México y al Caribe donde se deja llevar por su magnetismo. “Siempre he sentido ganas de meterme al mar, de perderme en el mar. Claro, uno no lo hace porque es demasiado grande. Pero de sólo pensar que toda el agua que cae y que está en las nubes llega al mar, siento que nuestra vida hacia el final terminará en el mar”, expresó.

“El mar –acepta Von Günten– es un ente mitológico muy fuerte que está presente en mi obra, con sus habitantes, esos misteriosos habitantes que son las sirenas y que nadie puede explicar cómo nacen, pero al estar aquí, sé que las sirenas nacen en un hueco del mar. Es el último concepto que tengo del mar”, abundó.

La muestra incluye piezas como La Vía Láctea (1990), Sirena del desierto (1984), El jardín de Rapaccini I (1991), El fagotista en el mar (1988-1989), Los huecos en el mar IV (Donde nacen las sirenas) (2011) y El Buda con la flor (2000), entre otras.

¿En qué trabaja en este momento? “Como vivimos encerrados, no estoy haciendo gráfica, porque se necesita de un taller con tórculo, de una prensa. No es cuestión de hacerlo en el estudio. Por lo pronto, en los últimos dos años no he hecho nada nuevo”.

Sin embargo, reveló que ahora trabaja en la elaboración de una pieza con acrílico en tela para recordar a los escritores Juan García Ponce y Carlos Monsiváis en el Museo del Estanquillo, en una muestra que será montada en diciembre próximo. “El cuadro se titula La aventura del más acá, que alude al carácter determinado de Ponce y su interés por lo inmediato”, dijo.

“Así que convivo con mi cuadro y pienso en Juan, que era tan amigo mío, y trato de trabajar en su espíritu, imaginando que él todavía está y lo que estoy haciendo es un cuadro de grandes dimensiones.” Y agregó: “Sin embargo, ahora no pinto mucho, porque francamente con la situación tan fantasmagórica e inconmensurable en que vivimos es difícil trabajar a gusto”, abundó.

¿Desearía vivir eternamente en el mar? “Sí me gustaría y he tratado de hacerlo, pero es muy difícil por el clima. Es fácil que se produzcan hongos en la tela o en el papel. Realmente es muy sano ir al mar, dibujar y luego regresar, pero por más que me guste no lo he visto posible hasta ahora”.

De momento, concluyó, “estoy muy contento de haber hecho esta retrospectiva de tantos años, la cual siempre contiene un elemento de irrealidad, porque cuando veo en una sala la obra que se ha hecho durante 60 años, eso produce casi un efecto de indigestión, pero estoy contento y agradecido con el Munae”.

Durante la presentación, Emilio Payán, director del recinto, comentó que esta retrospectiva demuestra el dominio absoluto de Von Günten por la obra gráfica. “Creo que cada una de sus obras es un sueño, un sueño de justicia y por la conservación de la naturaleza, un sueño por cuidar el agua y los colores, porque Roger estudió el color y, a partir de ahí, surgen transparencias y colores nunca antes vistos”.

“Además, es un pequeño homenaje a los talleres de grabado donde ha trabajado el artista, principalmente el Taller de Gráfica Bordes, uno de los mejores de este país y donde Roger von Günten creó la mayor parte de esta colección”, aseveró. (Excélsior)

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *