Detrás de ‘Diario negro de Buenos Aires’ hay una antigua herida: Bonasso

Detrás de la novela Diario negro de Buenos Aires, con la que el compositor y roquero Federico Bonasso debuta en el ámbito literario, hay una herida muy antigua.

“Es una herida a la que le he puesto el nombre de Buenos Aires y procede de que me arrebataron un pedazo de mi vida que sigo buscando; quizá no está en lugar geográfico, sino dentro de mí”, explicó el autor al término de la presentación del libro, efectuada la noche del martes en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

“No puedo ser más feliz a pesar de que me habitan tantas tristezas. El libro no es un intento de entenderme, pero en él hay un tipo especial de pérdida que tiene que ver con que te arrebaten tu pasado, tu identidad; no es que uno decida, sino que unos canallas entran a tu vida y te la arrebatan, se llevan la vida de mucha gente y a otros los condenan al exilio”.

Nacido en Buenos Aires en 1967 y avecindado en México desde 1980, adonde llegó a consecuencia del exilio de sus padres, perseguidos por la dictadura militar que gobernó el país sudamericano de 1976 a 1983, el ex vocalista de Juguete Rabioso confesó que mucho de su quehacer está determinado por aquella herida.

“Este proceso de promover la novela ha sido como un psicoanálisis público. Me doy cuenta de que mis rolas y mucho de lo que hecho se ocupan de esa misma herida de la que hablaba, esa herida a la que he llamado Buenos Aires y que permanece abierta”.

Federico Bonasso contó que su inclinación por la escritura no es reciente y que incluso lo acompaña desde antes de haberse hecho músico: “Sí tengo la ambición de encontrar mi lugar en el mundo a través de publicar, quizá sea poco pero será de aquellos textos que creo que valen. Es una forma expresiva a la que no voy a renunciar nunca. No voy a parar, no puedo parar de escribir”.

Publicada por Random House, Diario negro de Buenos Aires fue presentada por la conductora de radio y televisión Mariana H., el escritor y periodista Benito Taibo y el editor Ricardo Cayuela, además de Mario Santos y Pablo Ahmad en la parte musical.