De a cien

Solo se han dado cien días de gobierno, y ya hay los que piden soluciones a problemas de décadas, a la vez de precisar que han sido muchas las acusaciones y pocos los responsables, en torno a la corrupción.
El problema también se replica porque en las entidades del país, aun las acusaciones al interior por parte de los nuevos funcionarios, lo real es que no se ha actuado en contra de sus antecesores, aún la persistencia de fraudes, desvíos y peculado.
¿Qué con las acusaciones a los gobiernos perredistas de Ciudad de México, Tabasco y Morelos?
Sus ex gobernantes o ya están de asueto u ostentan cargos sin que los moleste nadie, aun las referencias por parte de terceros, incluso por parte de grupos empresariales.
Ciertamente se hace un gasto sin presidente en materia de apoyo social, que incluye a estudiantes, minusválidos, cambio de procedimiento en guarderías, cultura, salario mínimo pero, en realidad, no se observa un incremento en la economía, y por el contrario el comercio presenta un desánimo de varios meses.
Pero son solo cien días, cifra administrativa que tiene poco se pondera, y luego se olvida, pues ya no se habla después de 200 o 300 días de gobierno.
Es solo un afán protagónico, de demostrar que en ese breve lapso de tiempo –poco más de tres meses- se logró avances, según esto.