Cumpleaños, el próximo paso

Yolanda Pardo

Un día muy especial es el cumpleaños, cuando se celebra un año más de vida o uno menos, según sea la perspectiva que tengamos y puede ser muy feliz o un tanto nostálgico. El festejado es el centro de atención de quienes lo rodean, conviven con él o desde lejos esos seres queridos, lo recuerdan y envían un sinfín de parabienes a la distancia.
Cada año nuevo de vida se entra a un diferente estado de conciencia y el día del aniversario de nacimiento es fecha propicia para una introspección y decidir seguir o cambiar el rumbo de vida.
Renovar proyectos actualizar potencialidades actuando, no postergar más los talentos y dones latentes y principalmente se cumplen años para que lo que sigue sea revelado, con lo experimentado en cada ser.
Es tiempo de tener una nueva visión y tener presente el compromiso que hemos pactado con la vida. Recuperar el tiempo “perdido” y actuar con mayor celeridad, ya que cada año que pasa, se va más rápido que el anterior.
Cuando se van pasando las hojas del calendario, es normal experimentar cierta nostalgia y en algunos momentos con un suspiro al evocar tiempos pasados exclamar que fueron mejor, pero realmente no es así.
El mundo cambia, el ser humano cambia y aunque a veces pueda ser doloroso, es inevitable y benéfico, la vida es movimiento y a veces sopla el viento a favor y otras en contra, pero finalmente y a pesar de las vicisitudes que se presentan y que además fortalecen, cada uno cumple con su destino.
Pero bueno, para empezar un nuevo año personal más favorable, he encontrado algunas sugerencias, unas más que obvias y otras son rituales para quienes les gusta algo más sofisticado y no tan simple.
Ese día especial, el festejado debe presidir la mesa y estar rodeado sólo de seres queridos, que realmente le deseen lo mejor y debe ser el día exacto del aniversario, nunca adelantarlo, porque decían nuestros ancestros que era de mal augurio. Ahora bien, sí se puede posponer hasta ocho días, no más.
El cumpleañero debe vestir colores claros y estrenar prendas interiores de color blanco, al menos eso nuevo.
Recomiendan adherir una hoja de laurel del lado derecho del pecho y traerla todo el día y después se guarda en la billetera todo el año, esto se supone es para la prosperidad. Al brindar se dejan lo que llamamos las gotas de la felicidad y discretamente con ellas se hace una cruz en el pecho, pidiendo por su salud.
También se dice que es conveniente que le regalen una rosa blanca para que le ayude a la paz espiritual todo su año.
Las velitas que de preferencia deben ser del color correspondiente a su signo zodiacal (en caso de Leo es naranja), se encienden de preferencia con fósforos de madera y soplarlas de una sola vez para la buena suerte, pero antes, debe tener bien claro los tres deseos y visualizarlos como si ya se hubieran realizado.
Sólo son unos cuantos consejos por si se quieren hacer ciertos rituales, pero lo más importante, es la actitud y la alegría con que se celebre el propio aniversario y desearse a uno mismo, un feliz cumpleaños, que será el preludio de lo que depararán los próximos 365 días.
Muy atentos al próximo paso.